RIO GUALEGUAYCHU, UN
POCO DE HISTORIA
BOYA KM. 94,3 (ex Boya 90,2)
Es la boya de bifurcación del canal del
Río Uruguay con el canal de acceso al río Gualeguaychú. Antiguamente era una
torre farola de luz blanca a ocultación, y se encontraba empotrada en el lecho
del río Uruguay, frente a punta canarios de la costa uruguaya, tenía una base de pilotes de madera dura y encima
de ellos se encontraba afirmada la torre de hierro recubierta en su parte superior
con tablas pintadas a fajas horizontales blancas y negras. La altura del plano
focal de la farola se hallaba a 11.50 metros sobre el cero. En su cara ESTE
llevaba la inscripción KM. 90,2 y tenía una escala graduada en metros que daba
el estado de la creciente del río Uruguay.
En la cara NORTE que correspondía al veril
de babor del canal de entrada al Río
Gualeguaychú llevaba la inscripción KM.
0, iniciándose así el kilometraje del balizamiento del río Gualeguaychú. También
tenía una escala en pies que daba la profundidad del agua al canal de acceso.
En la torre existía además un mareógrafo registrador. Por tener una altura
respetable era un punto de referencia de suma importancia. Estaba iluminada con
combustible líquido.
Torre Farola KM 90,2
Boya KM 90,2
Boya KM 90,2
Vista actual: Boya KM 94,3
DRAGA 2 C
LA CRECIENTE DE 1959 Y EL
HUNDIMIENTO DE LA DRAGA 2 CDRAGA 2 C
La draga 2 C del
Ministerio de Obras Publicas de la Nación (M.O.P.) se encontraba trabajando en el
canal dragado de acceso al río Gualeguaychú, en las inmediaciones del Km 2,6. Su
proa miraba hacia el km 0 (km 90,2 del canal boyado de navegación del río
Uruguay, en la actualidad km 94,3), a los 135° Sureste y
su popa miraba al km 3,9; pero la gran creciente del año 1959 producida por las intensas y copiosas
lluvias del mes de abril, acompañadas por la recia sudestada, que llego a la
altura de los 7 metros sobre el cero de la escala Hidrométrica, sorprendió a la
draga con 5 anclas; 3 de proa y 2 de popa.
En principio el viento fue sureste
fuerte, con el correr de las horas fue aumentando su intensidad hasta
convertirse en un temporal, el viento lo recibía por su proa y luego en la
madrugada azotó el Pampero que superó los 120 km/h, el cual hizo garrear sus
anclas sin llegar a presentar la nave al viento, arrastrándola unos 200 metros
fuera del canal y levantando una gran marejada que logró tumbarla totalmente, desapareciendo
de la superficie a las 2 y 30 hs de la madrugada del día jueves 16 de Abril de
1959.
Dotada de 12 tripulantes, la
tragedia dejo un saldo de 9 muertos incluido su capitán y tres sobrevivientes.
Destacando que tres de los tripulantes nunca
fueron encontrados, creyéndose que quedaron atrapados dentro de ella. De los únicos tres sobrevivientes, los dos primeros que
eran uno el cocinero y el otro ayudante de cocina, manifestaron que a la hora
indicada estaba toda la tripulación levantada y en estado de alerta por la
fuerte tormenta que los azotaba y que, en un momento dado, rápidamente la draga
se dio vuelta desapareciendo de la superficie, ellos dos se salvaron sujetándose a unas tablas siendo arrastrados durante 5 horas por
el viento, tocando tierra frente a Ñandubaysal. Con
posterioridad llegaron noticias que en el mismo lugar apareció el tercer sobreviviente.
La draga 2 C tenía 53,90 m. de eslora, 10 m. de manga, 2,84 m. de puntal
y 2,40 m. de calado, 716 toneladas de desplazamiento, el casco era de hierro
con cubierta de madera de teca y era propiedad del Ministerio de Obras Públicas
de la Nación, su Capitán era Agenor León Rojas oriundo de Gualeguaychú y
trabajaban alrededor de 15 hombres, varios de ellos ciudadanos de Gualeguaychú.
Fue construida por astillero George Rennie & Co., en Londres, U.K. ;
matricula 738 F, tripulantes 22, botada en el año 1882 y bautizada en la Argentina con el nombre
PROGRESO, data de la década de 1900 cuando fue adquirida por el Ministerio de
Obras Publicas de La Nación y luego fue
rebautizada con el nombre M.O.P. 2 C
(Argentina).
Funcionaba con una maquina
alternativa a vapor tipo Compound de 200
iHP y una caldera (1 x 5 kg/cm2), alimentada por petróleo crudo con una
capacidad de combustible de 62 m3. Dos hélices de tres palas cada una con línea
de eje y una velocidad de navegación de 5 km/h.
Era una draga de Cangilones, con
una profundidad de dragado de 9,30 m. (es una draga mecánica formada por
una cadena de Cangilones o baldes montada sobre un robusto castillete, la
escala de Cangilones atraviesa el pontón y se hunde en el fondo para excavar el
material. La acción de dragado se realiza mediante un rosario continuo de
Cangilones o baldes que levantan el material del fondo y lo elevan por encima
del nivel del agua, volcándolo sobre el mismo pontón).
El barro arenoso extraído era transbordado a barcazas que se acoderan a la
banda, propulsadas por un remolcador y era
arrojado en aguas profundas del río Uruguay.
En la década de 1980 data que un particular intento
reflotarla para poder vender el hierro, utilizando unos aparejos intentaron
volver a enderezarla sin poder llegar a su cometido, esos aparejos quedaron
como testigos de aquella iniciativa de querer reflotarla, pero ya había pasado
mucho tiempo y estaba destinada a quedarse ahí como emblema y parte de la
historia de Gualeguaychú, junto a las escolleras del canal de acceso a
Gualeguaychú.
Creciente de 1959 y
Draga 2 C
Corría el año 1959, cuando todo comenzó aquel
día 25 de Marzo , un miércoles que amaneció nublado, con una tormenta eléctrica
y luego empezó a llover, las lluvias fuertes comenzaron el 3 de abril superando
todos los registros de lluvias conocidos, cayendo agua durante 22 días,
acompañada de los vientos persistentes del sector sureste que fueron incrementando su
intensidad a fuertes, muy fuertes, hasta tornarse en temporal, llegando a mediados del mes de abril, creciendo y
desbordando los ríos de La Plata, Delta de Buenos Aires y Entrerriano, Uruguay,
Negro (Uruguay), Gualeguaychú y varios
ríos más y arroyos, convirtiéndose en una catástrofe en ciudades entrerrianas y
uruguayas. Terminando este temporal con
un viento Pampero que dejo su legado en la historia de Gualeguaychú.
Viernes 10 de abril del 59: fue visible como en Concepción
del Uruguay crecían las aguas del Río Uruguay, de los arroyos y riachos que son
sus afluentes.
Rápidamente se elevaba a ojos
vistas el nivel del río, y sus aguas comenzaban a cubrir aceleradamente las
islas próximas en grandes extensiones y las costas aledañas más bajas. El ritmo
de la crecida se mantuvo durante todo el día y según informaciones
suministradas por la Subprefectura de Concepción, el río Uruguay crecía en todo
su curso.
A las 20 hs del viernes 10 la
altura frente al puerto de Concepción era de 4,25 m. y continuaba en crecida en
forma acelerada. El avance de las agua amenazaba en la noche de ese viernes a
las 23 hs a numerosos pobladores ribereños.
Sábado 11: crecía en forma extraordinaria el río Uruguay.
Continuaban las lluvias y la sudestada. Las
ciudades de Salto y Paysandú se veían complicadas con la creciente.
Domingo 12: las lluvias persistentes y copiosas provocan el
desbordamiento del río Uruguay.
Lunes 13: continúan las lluvias, se complica la ciudad de Concordia,
alcanzando en algunos puntos a una altura cerca de 14 metros sobre el cero. Colon también presentaba una difícil
situación. El río Uruguay seguía creciendo en forma impresionante.
En las ciudades de Salto y
Paysandú, donde las aguas del río Uruguay habían subido realmente en forma
alarmante, cientos de personas debieron ser evacuadas. En Salto, por ejemplo,
subió a 16 metros el nivel cero, cubriendo totalmente los muelles e invadiendo
las aguas varias calles cercanas al puerto, en las que navegaban lanchas y
botes recogiendo gente que tuvo que abandonar sus hogares. La noche del 13 de
abril llovió copiosamente prosiguiendo la creciente del río Uruguay.
El río Negro desbordo, afectando
Tacuarembó y Mercedes, también llovía incesantemente.
En el RÍO GUALEGUAYCHÚ, se produjo la rotura del puente del Arroyo del
Cura. En calle Del Valle sobre la medianoche, había salido una lancha S-102 de
la subprefectura a fin de evacuar a familias costeras sobre el arroyo
mencionado. También el remolcador B-226 del M.O.P., había zarpado del puerto Gualeguaychú
a fin de recorrer la zona sur del río Uruguay.
Martes 14: La altura de las aguas en el puerto de C. del
Uruguay crecía a razón de 6 cm por hora, favorecida por el
fuerte viento Sureste con una intensidad entre 39 a 49 km/h. A las 21 hs la
altura del río alcanzaba los 8,10 m., a las 22 hs fue de 8,16 m. y a las 23 hs
el último dato registrado era de 8,21 m. y seguía creciendo. Con gran retraso
arribo al puerto local, respecto al
horario habitual de llegada el vapor de la carrera “CIUDAD DE CONCEPCION ”,
tropezó con el inconveniente de una gran corriente en contra, determinada por
la creciente del río Uruguay y recién hizo su entrada a puerto a las 11 hs, la
nave debía zarpar nuevamente a las 20 hs con destino a Buenos Aires , pero las
autoridades, en razón de la fuerte Sudestada que soplaba a esa hora,
dispusieron que aquella no zarpara hasta tanto no mejoraran las condiciones del
tiempo, estimando que lo haría por la mañana del 15 de abril.
Las ciudades uruguayas de Salto,
Paysandú y Artigas quedaron aisladas del resto de la República. Río Negro, la
represa del Rincón del Bonete abre el total de sus compuertas del vertedero.
En Buenos Aires, Río de La Plata,
la creciente provoca graves inundaciones en el Gran Buenos Aires, debido a la lluvia y el viento del sureste, persistentes
ambos, copiosas ellas y recios estos.
Momentos en que el río de La
Plata alcanzo la altura de 3,78 metros, es decir 3 cm superior a la registrada
el 26 de julio de 1958 en ocasión a las desastrosas inundaciones. Las aguas
comenzaron a descender, en tanto el viento perdió un poco su violencia y la
lluvia se tornó en fina e intermitente llovizna. Todos estos factores
favorables dieron pie a la optimista creencia de que el mayor peligro había
pasado.
RÍO GUALEGUAYCHÚ, la altura a las 2 de la madrugada del día 14 era
de 3,72 m, había aumentado solo 2 cm desde las 0 horas de la noche del 14 a
raíz de rachas de viento del sureste. SE ESTIMÓ QUE POR ESE MOMENTO NO IBA A VER
INDICIO DE MAYORES PELIGROS, SI SE MANTENÍA ESTABLE EL TIEMPO, PERO CON EL
CORRER DE LAS HORAS DEL DÍA 14 NO FUE TAN ASÍ. El viento sureste incrementó su
intensidad poniéndose arrachado y fuerte (39 a 49 km), acompañado por las ya
copiosas e intensas lluvias, originó un pronunciado repunte en la creciente. El
nivel del río Gualeguaychú llego a los 4 metros sobre el mediodía, pero a las
15 horas se registró un nuevo repunte en la creciente, superando los 7 cm por
hora, a las 16 hs el nivel era de 4,32 metros, mientras que a las 18 hs llego a
los 4,56.
A las 24 hs toco los 4.78 y a la
1 de la madrugada del día 15 de abril se registró una ligera variante, había
bajado 1 cm, pero ya se insinuaban más precipitaciones con descargas eléctricas
y fuertes vientos, a las 2 de la mañana del día 15 la intensa lluvia hacía
temer nuevos ascensos en la creciente.
Miércoles 15: Con el correr del día el RÍO GUALEGUAYCHÚ cubrió
todos los sectores ribereños, adquiriendo graves contornos la inundación, la
zona portuaria había desaparecido bajo las aguas. Continuaban abundantes
lluvias y con muy fuerte y recio viento arrachado del sureste (50 a 61 Km
aproximados) aumentando su intensidad hasta convertirse en un temporal terminando
las últimas horas del día 15.
A las 20 hs la altura era de 5,34.
22 hs 5,39. 23 hs 5,40. 24 horas 5,41. A la una de la mañana del 16 de abril
era de 5.43, mientras que a las 2 era de 5,46 en la escala del puerto.
Jueves 16 “La tragedia”: La onda de la creciente abarco una
cuarta parte de la ciudad, la marca alcanzada cuando
la onda de agua desbordo totalmente el río Gualeguaychú y unida a la
acumulación por las persistentes precipitaciones pluviales producidas,
constituyen un desgraciado record dentro de la cronología de las grandes crecientes,
siendo la mayor de todas.
La magnitud del desastre que el
avance implacable de las aguas impondría a los damnificados, se presintió tan
pronto como la dirección y la intensidad superior a los 120 km/h del viento Pampero
con fuerte lluvia, concertó la desafortunada alianza que, en las primeras horas
de la mañana, hizo presa de su furia al extenso y vasto vecindario que vio sus
viviendas tapadas o invadidas compulsándolos a abandonarlas, perdiendo efectos
personales o familiares, ropas, muebles, dinero. El volumen de las aguas
aumento vertiginosamente a razón de más de 8 cm por hora hasta llegar hasta los
6, 10 m a las 6 de la mañana, superando luego ese límite sin que se pudiera
establecer exactamente su altura, porque sobrepaso la regla medidora del puerto
(escala hidrométrica), calculándose sin embargo que había alcanzado los 6, 70
metros
A pesar de los esfuerzos que se
hicieron tanto desde el punto de vista oficial como privado, las tareas de
evacuación se cumplieron lentamente, sensiblemente obstaculizadas por la
lluvia, que habían convertido el éxodo en una verdadera odisea. Ancianos y
niños sin abrigo, luego de una jornada de penurias, debieron afrontar la
situación, así también se veían muebles, utensilios de cocina y objetos varios
flotando en las calles y en mayor proyección viviendas habían quedado
convertidas en natatorios.
De esta manera las aguas
cubrieron la cuarta parte de la ciudad, debiendo destacar para tener una noción
exacta de la situación planteada, que el edificio de la Subprefectura que está
emplazado, a un metro de altura sobre el nivel de la calle, en el cual se
encuentra situado, no escapo a la crecida penetrando en su interior y cubriendo
20 cm de la línea del piso, circunstancia que determino su desalojamiento y el traslado de sus
oficinas a la calle 25 de mayo.
En la ciudad no hubo víctimas,
felizmente y a despecho de todas las dificultades, las tareas de salvataje se
desarrollaron normalmente y contaron con la amplia colaboración civil prestada
a las autoridades militares, de la Subprefectura y policiales
Dos episodios ocurrieron en el río
Gualeguaychú, que afortunadamente no tuvieron consecuencias de gravedad. Primero,
mientras se desalojaba a un grupo de personas en un bote a motor de la
Subprefectura, la embarcación choca con un poste hundido, abriéndose un rumbo
en su casco que puso en peligro a los accidentados ocupantes de la misma.
Avista do el percance desde el buque “EL PASTOR”, de inmediato se les auxilió
sacándolos del aprieto al evitar el gran riesgo.
Por otra parte, una lancha de la
Subprefectura fue llevada por el fuerte viento y la corriente a la deriva
quedando atracada bajo el puente “Hipólito Irigoyen” (hoy Méndez Casariego),
por espacio de 30 minutos de donde fue sacada por personal de repartición, utilizando
otra de sus embarcaciones
En la planta del frigorífico, las
autoridades habían tomado todas las medidas de precaución que el caso aconsejaba,
con la colaboración decidida y amplia del personal del establecimiento. Con el
propósito de que las aguas no ocasionaran daños en las instalaciones y
departamentos principales destinados a la elaboración de la carne, construyeron
tapias, cerraron puertas con obra de material y clausuraron el caño que unía la
fábrica con el río, y que se aplicaba a las labores industriales, sin embargo
esas precauciones fueran vencidas por la inmensidad del desbordamiento que rayo
en el lugar a una altura de 1,10 metros, por ende invadió la planta baja de
todo el edificio, penetro en los sótanos de
las cámaras frías y salas de máquinas imponiendo la paralización de los
motores.
Continuaba en crecente el río
Gualeguaychú, luego de estar estacionario durante varias horas en la tarde del
16 (6, 70 m.), después de las 19 hs empezó a crecer hasta llegar a 6,82 metros
a las 2 de la mañana del día 17 de abril, el Río Uruguay descendía en general.
El Club Náutico advertía, mediante
un comunicado a los propietarios de embarcaciones menores y mayores, sobre todo
las que poseían mástil, del peligro que
significaba pasar debajo de la línea eléctrica, que se encontraba a la altura
del club Náutico y la Isla de La Libertad.
Hundimiento
de la draga 2 C M.O.P.
Frente al km 2 de acceso a
Gualeguaychú, se dio vuelta el jueves a las 2 y 30 de la madrugada la draga
número 2 C del MOP, dotada de 12 tripulantes, de los que solo 3 salvaron sus vidas.
Los sobrevivientes
individualizados fueron Ángel Benítez de 34 años (cocinero), y Juan Larroble de
31 años (ayudante de cocina), domiciliados en la ciudad de Concepción del
Uruguay. Quienes manifestaron que, a la hora expresada, estaban todos los
ocupantes de la embarcación levantados, en estado de alerta por la fuerte
tormenta que los azotaba y que, en un momento dado, rápidamente la draga se dio
vuelta desapareciendo de la superficie. Ellos dos se salvaron agarrados a unas
tablas, siendo arrastrados durante 5 horas por la correntada y el fuerte viento
hasta que tocaron tierra frente a Ñandubaysal, desde donde fueron rescatados
por personal de una estancia cercana y conducidos en tractor hasta la comisaria
de el Potrero. Momentos más tarde, fueron trasladados hasta la subprefectura
local, repartición que instruyo el sumario correspondiente, a cargo del 2do
jefe Juan A. Centurion.
Con posterioridad llegaron
noticias de que en el mismo lugar de Ñandubaysal, reapareció el tercer
sobreviviente llamado Guillermo Burft o Warst de Concepción del Uruguay.
De sus relatos surge que esa
noche en momentos antes de la tragedia, Luciano Santos David Aguirre se saca su
chaleco salvavidas y se lo entrega a uno de los 3 tripulantes que pudieron
lograr salvar sus vidas.
En la noche del día 17, personal
de Destacamento Boca de la subprefectura, traslado a tres cadáveres
pertenecientes a la tripulación de la draga y cuyos nombres eran: Agenor León Rojas (Capitán de la embarcación),
Serapio Enrique Brau, los dos de Gualeguaychú y Pedro Chichi de Concepción del
Uruguay.
La nómina de los seis restantes
era la siguiente: Antonio Gonzales e Irineo Fernández, oriundos de C. del
Uruguay, Luciano Santos David Aguirre, Ignacio Manuel Casafuzz, Isidoro Alcaraz
o Alcará y Raúl Geloz de Gualeguaychú.
Viernes 17: el cielo amaneció despejado y un brillante sol
con una temperatura otoñal. El río Uruguay que en Concordia había alcanzado los
18, 15 metros sobre el nivel cero, y el Río Gualeguaychú los 7 metros sobre el
cero, empezaban a bajar su nivel de agua a 10 cm por hora. El río Uruguay se
presentaba muy correntoso.
Aunque no había una determinación
exacta por haberse superado la marca máxima en el poste medidor de la escala Hidrométrica
en el puerto, se estimaba que la altura mayor alcanzada por el río Gualeguaychú
fue de 7 metros, es decir un metro más que la de 1914.
La presidencia de la Nación había
dado a conocer un panorama de la situación en base a informaciones recogidas en
las zonas afectadas. Señalaba que la bajante era general en todos los ríos. El
Río de la Plata se presenta en bajante y por debajo de su nivel normal, la zona
del Delta sigue afectada a pesar de que baja el Río de la Plata. Con el Río de
la Plata había desaparecido el taponamiento que provocaba al río Uruguay.
Sábado 18 y domingo 19: Río Negro, Uruguay, represa Rincón del
Bonete, el día 18 ante la incertidumbre de si el dique de la represa soportaría
el embate de las aguas, y con la finalidad de no poner en riesgo la vida de
12.000 personas, el comando del Ejército Nacional procedió
a la evacuación de la población de la ciudad Paso de los Toros y zonas vecinas,
aguas debajo del embalse de Rincón del Bonete. También evacuaron 122 personas;
funcionarios, mujeres y niños de la población de Rincón del Bonete.
En las horas de la tarde del 19 de
abril, se destruyeron unos 50 metros de terraplén con el uso de maquinaria
pesada y explosivos. La explosión no tuvo nada de
espectacular ni trascendente. El pie del mismo estaba en la cota +80,00 y la
cresta a +85,00 m, de modo que inmediatamente de la voladura, solamente un
magro caudal de 1.500 m³/s se escapó por la brecha abierta, en comparación a
los 9.000 m3/s que pasaban por el dique y el vertedero. Horas más tarde, se
abre otro escape al lago, por las nacientes de un gajo del arroyo Alburquerque,
en donde el campo tiene un cuello a +83,30 aproximadamente.
Lunes 20: En la tarde del 20 se encontró el cuerpo de
Antonio Gonzales, tripulante de la draga, su cuerpo fue trasladado a Concepción
del Uruguay donde residía. La altura del río Gualeguaychú a las 11 y 30 hs era
de 5,50 m., Concordia 12.20 m., C. del Uruguay 8,30m.
Jueves 23: En horas de la tarde del día 23 de abril, en
inmediaciones donde naufragara la draga, fue encontrado el cadáver del señor Ignacio Manuel Casafuzz,
vecino de nuestra ciudad de 49 años de edad.
Martes 9 de junio: habrían sido visto dos cadáveres, tripulantes
de la draga, si bien no habían sido proporcionadas informaciones oficiales, en
la mañana gano la calle, la noticia de que el señor José Fernández, empleado
del Ministerio de Obras Publicas de la Nación, al regresar del cumplimiento de
su misión, sobre una zona determinada del río Uruguay, había visto a través de
un ojo de buey, dos cadáveres, suponese
de los tripulantes de la draga 2 C del M.O.P. que como se recordara
zozobrara, en la mañana del 16 a la altura del km 2 , al registrarse vientos
huracanados.
Las autoridades de la
subprefectura habían tomado las providencias necesarias y en la mañana del 10
de junio con el empleo del material adecuado, entre ellos dos bombas
succionadoras que fueron solicitadas a C. del Uruguay , se procedería al
rescate de los mismos los que al parecer,
se encontrarían , aprisionados por una escalera.
Los cadáveres de los malogrados
tripulantes, que faltaban rescatar, pertenecían a los que fueran apreciados
convecinos de nuestra ciudad, señores Raúl Geloz, Isidoro Alcaraz o Alcará, y
Luciano Santos David Aguirre e Irineo Fernández de C. del Uruguay.
Miércoles 10 de junio: En las primeras horas de la mañana
entro a puerto la draga n° 203 0 303, procedente de C. del Uruguay, a cargo del
capitán Francisco Igarzabal que con una tripulación integrada por 15 hombres y
personal de la subprefectura Gualeguaychú procederá a las tareas de rescate.
Cerca de las 11 de la mañana, apareció
el cadáver de uno de los tripulantes de la draga hundida, cuando el capitán de
la draga 303 0 203 don Francisco Igarzabal, advirtió la presencia en las aguas
de un cadáver, que tenía puesto un salvavidas. Solicitada la presencia de
funcionarios dela subprefectura, se pudo comprobar en el acto, que el cadáver
pertenecía a unos de los tripulantes de la draga del M.O.P.
Dado su estado de descomposición,
y haber sufrido mutilaciones de importancia por causa de su prolongada
permanencia en el agua, le falta la cabeza, el brazo izquierdo y había perdido las
líneas papilares de los dedos, la identificación, que estuvo a cargo del jefe
de identificaciones del departamento Central de la Policía señor Manuel
Quinteros, quien contó con la colaboración del oficial Hugo Gonzales, fue
absolutamente imposible.
Se presume que el cadáver hallado
pertenece a un tripulante llamado Irineo
Fernández, que de los obreros que trabajaban en la draga, era el de más baja
estatura, teniendo además un pie defectuoso.
Una señora que ocupando una
embarcación se hallaba próxima al lugar donde fue hallado el cadáver, solicito
ver el cadáver en el deseo de comprobar si se trataba de su esposo. No habiendo
logrado su objetivo al parecer. El cadáver fue trasladado a C. del Uruguay.
Los cuerpos de Raúl Geloz,
Luciano Santos David Aguirre e Isidoro Alcaraz o Alcará nunca fueron
encontrados, creyéndose que quedaron atrapados dentro de ella.
Draga 2 C
Draga 2 C, Snipe "PAMPERITO" Alberto Zubillaga y Eduardo Sánchez
Vista actual de la draga 2 C
Vista actual de la draga 2 C
Vista actual de la draga 2 C
Vista actual de la draga 2 C
ESCOLLERAS Y PASO LA
BARRA
Hacía tiempo
que Gualeguaychú venía bregando para que se hiciera algo en pro de la
canalización del rio Gualeguaychú, su pequeño estuario, arteria fluvial que
daba vida al comercio, no solo local, sino el que se extendía a los departamentos vecinos.
La
boca del rio Gualeguaychú, solo tenía agua en los grandes repuntes, pudiendo
asegurarse que en la mayor parte del año su nivel fluctuaba entre los 2 a 4
pies, los buques quedaban esperando en la entrada del canal, unos 1000 metros
afuera y transbordando mercaderías y pasajeros en chatas de poco calado.
Los primeros
reclamos por la canalización arrancaron allá por 1860 en adelante, y solo se
consiguieron, en épocas distintas, dos veces el envió de la draga, que por una
causa u otra tuvieron que abandonar el trabajo a medio concluir.
Todos los
proyectos estaban en la carpeta del olvido, mientras tanto el comercio, la
producción y el viajero sufrían incalculables perjuicios por la escasez de agua
en el rio Gualeguaychú, por su canal de entrada cubierto por bancos de arena y
en su interior de piedras.
En el año 1902
un grupo de caballeros del pueblo de Gualeguaychú empezó a movilizarse para que
realizaran una medida pronta y eficaz, no pedían la realización inmediata
de una obra grande y costosa, sino una
elemental para la navegación, limpiar
la obstrucción de la boca del Río Gualeguaychú.
En los salones
del Municipio de Gualeguaychú, se juntaron con el intendente don Juan José
Franco distinguidos ciudadanos, algunos de ellos de los precursores,
integrantes de la comisión “Puerto Gualeguaychú” y comisión “Pro Dragado”: Don Luis Clavarino, Dtor. Juan C. Goyri,
Don Joaquin Goldaracena, Don Luis Sechi, Don Gustavo Deken, Don Juan Manuel
Cabrera Duarte, Ciriaco Bustamante y
Cabrera Duarte, Salvador Rossi,
Domingo Carabelli, Carmelo Gavazzo y José Fravega, Leopoldo R. Villar, Juan
José Buschiazzo, Luis Luciano, José B. Casaretto y domingo Caravelli, Policarpo
De La Cruz Dominguez, A.Rodriguez, Angel F.
Rios, Asisclo T. Mendez, Candido E. Irazusta (intendente 1904-1906), dtor.
Emilio Marchini, Alfredo Elias, Juan Bagalciaga, Agustín G. Piaggio, Lorenzo
Raggio, Nicolás Mendaro, Santiago Diaz y José Gavazzo.
Así
fue que en el año 1903, después de varias reuniones en Bs As, con el Ministro
de Obras Publicas Emilio Civit y el presidente de la Nación Gral. Julio A. Roca,
visitaron los diarios más importantes de la capital, el congreso de la nación,
etc, consiguieron en esa oportunidad, que el ministerio de obra publicas
mandara a los ingenieros Gustavo Jolly y Alejandro Foster, para que realizaran
los estudios correspondientes en la boca, eran los encargados de darle
prioridad a este tema.
Como
se tenían sospechas de que existían piedras en la boca, trajeron una chata perforadora
y dos vaporcitos cargados con los útiles necesarios a fin de comprobar lo que
había de cierto en esa sospechas, algunos decían que no tenían razón de ser, pues
las únicas piedras que podrían encontrarse, serían las arrojadas para servir de
base a las boyas, pero resulto que efectivamente encontraron piedras, pero
ellas en vez de perjudicar, beneficiarían a la obra que se proyectaba, pues
habían sido encontradas a diez y once metros de profundidad, de manera que
cuando se llevara a cabo la canalización y construcción de los murallones de
defensa, el lecho del rio opondría una seria resistencia al estacionamiento de
las arenas.
Se
decidió entonces construir un nuevo canal, 30° grados al Sur del canal viejo,
para ahorrar tiempo, trabajo y gastos, el primer proyecto era construir dos
murallones de defensas de 1890 metros y otro de 2960 metros (actuales); y el
segundo proyecto, era que las defensas llegaran hasta las aguas hondas del Rio
Uruguay, proximidades del km 90,2 (hoy km 94,3).
Los
elementos más indispensables se hallaban a la mano: la perforadora y dos
grandes chatas con todos los aparatos e instrumentos que servirían, a medida
que avanzarían los trabajos, de medio de acción a los ingenieros y a unos 1.000
metros las maderas a utilizarse en las faginas.
El
personal se componía en total de unos setenta hombres más o menos.
Se
trabajaba de seis y media de la mañana a cinco de la tarde, mediando como se
comprendía el tiempo destinado al almuerzo.
El
jornal diario era de dos pesos, del que a fin de mes se les hacia el descuento
proporcional, para sufragar los gastos que demandaba el alimento.
En
cuanto a la habitación que tenía el personal; la formaba un gran galpón
construido sobre solidos pilotes.
Los
obreros colocaban las faginas que servían de base al murallón, muchas
veces con el agua y el barro a la cintura.
Se
empezó a construir el primer proyecto, arrancando con la defensa Sur, de
piedras con una longitud de 1900 metros de largo por 6 metros de ancho sobre
fajinas de Sarandi, que servían de base para el murallón de defensa, las
piedras fueron sustraídas de las proximidades de la parte sur de la ciudad y
del arroyo Munilla, trabajaron con dos chatas para el acarreo de las piedras y
dos dragas; una dragaba desde la boca del rio Gchu hacia el rio Uruguay, y la otra
desde las aguas profundas del rio Uruguay hacia la Boca, para darle una
profundidad de 8 pies al cero y 50 metros de ancho al nuevo canal, también
trabajó una maquina derrocadora para romper los pasos de piedras dentro del rio
(pasos La Guardia, Martin Chico y Saladeros) que termino en 1906, esta maquina
tenía un poder respetable, trabajaba con dos dientes que caían con un peso de
dieciocho toneladas cada uno, tratando a la piedra como si fuera manteca, daban
700 golpes por día, reduciendo las piedras a trozos pequeños de uno y dos
kilos, lo que favorecía su extracción por medio de las dragas a baldes.
Sobre
un banco de arena, sobre la margen izquierda se construyó un muelle de mas de
100 metros para utilizarlo para el acarreo de las piedras que harían las
zorras, se construyó una avenida de 140
metros de ancho, por unos 340 metros más o menos de largo y formando esa
avenida dos hileras de árboles a cada lado de sauces y sarandis, que contaban
con un paseo en la boca.
De
esta manera, la escollera Sur arranco en 1904 y se terminó en 1905, y el dragado
de varios pasos dentro del rio (Cancha Larga, La quinta y el Puerto local) así
como el trabajo de la Derrocadora en los Pasos La Guardia, Martin Chico y
Saladeros que culminaron en 1906 aproximadamente, esta obra estuvo dirigida por
el ingeniero Julio Henry y Colinski.
La
goleta “ARROGANTE VALIDA” cargada con
cargamento de sal y cascos vacíos para el saladero Nebel, fue el primer buque
en navegar el nuevo canal. Como al señor Nebel le apremiaba la sal y los cascos, obtuvo del
ingeniero permiso para pasa por el canal nuevo, la goleta hizo su pasaje en la
mañana del día 17 de mayo de 1904, sin estar la obra terminada ni habilitada.
En
el extremo de la escollera, para el lado del canal hondo del rio Uruguay (hoy
km 3,9), se había colocado sobre solidas columnas de hierro, un gran farol
luminoso que señalaba la entrada al canal, daba gusto ver los vaporcitos como
cortaban con sus proas, a toda velocidad las aguas por donde no hacía nada de
tiempo se veía el banco de arena.
Pero
a mediados de 1906 comenzaron a llegar denuncias que la obra en la boca no era
eficiente, entonces el intendente Santiago Díaz, llamo a la población para
formar una comisión que siguiera insistiendo en terminar la obra proyectada inconclusa.
COMISION:
Presidente: Señor Luis Clavarino
Secretario: Doctor Pastor E. Britos
Vocales: Señor Joaquín Goldaracena, doctor
SantiagoC. Diaz, José Gavazzo, Angel
Fravega, Juan José Buschiazzo, doctor Domingo Idiartegaray, G. G-Deken, doctor
Emilio Marchini, Luis Sechi, Salvador Rossi, Manuel Polo (hijo), Alfredo
Spangenberg, Sixto Vela, Florentino rodriguez y Emilio M. Goyri..
El
ingeniero A. J. Pagniard, visito
Gualeguaychú con el objeto de estudiar sobre el terreno las peculiaridades del
rio Gualeguaychú, comprobar con la exactitud de los estudios oficiales aconsejar
sobre el mejor y más útil empleo de la ampliación de las obras existentes.
A la comisión departamental, que se reunió
en su local de la calle 25 de Mayo y en vista de los planes oficiales,
significo categóricamente que la obra útil y eficiente, era hacerse según su
criterio, prolongar la defensa construida (escollera Sur) hasta el nivel del canal
mayor del rio Uruguay y construir la otra del costado Norte hasta la misma
altura y que con ello se aseguraría la conservación indefinida del canal de acceso
al rio Gualeguaychú, que con poco costo
se podía excavar hasta la profundidad de 15 a 17 pies; asegurando asimismo el
ingreso de buques de Ultramar hasta Cancha Larga, por tener nuestro rio análoga
profundidad hasta dicho punto, o sea, la mitad de su curso, desde la boca al
puerto.
Su opinión difería sustancialmente del
informe oficial anexo a los planes y presupuestos de la obra de canalización a
nueve pies y que diera origen a la ley del Congreso, porque la división de
Obras Hidráulicas proyectaba solamente la construcción de la defensa Norte
hasta la altura de la ya existentes defensa Sur, con lo que se tendría un canal
de conservación precaria sujeto a frecuentes rellenos y en condiciones de dar
asidero a argumentos que descalificaban la obra transcendental, practica y
económicamente realizable, de convertir al rio Gualeguaychú en puerto de
Ultramar.
Las defensas hasta el canal mayor del rio
Uruguay, era la obra indicada porque la naturaleza, que venía formando bancos
tendientes a convertir en lagunas y esteros, la enorme ensenada que blanquea la
desembocadura del rio Gualeguaychú. Con ello se anticiparía su obra 50 años.
Por lo demás planos oficiales, tenidos
merced a enérgicas gestiones de la comisión departamental, habían desautorizado
la leyenda de impracticable de obras portuarias de importancia en Gualeguaychú.
No había obstáculos materiales de costosa extracción en el fondo del rio, todo
era barro y tosca degradable en Cancha Larga.
Los pasos La Guardia, Martin Chico y
Saladeros era obra relativamente insignificante.
El centro del problema portuario, consistía
en las defensas, que el señor Pagniard proyectaría en forma económica y
estable, para que constituyeran una prolongación del cauce del rio Gualeguaychú
y sea lo que lo mantenga limpio y aun lo profundice.
El señor Pagniard haría un proyecto y
exposición breve justificando su tesis y abordaría la ejecución de las obras
una vez concluidos los trámites para lograr su aceptación y haría la comisión
ante el Ministro de Obras Públicas.
El señor Pagniard era una autoridad en obra
hidráulicas y su opinión franca y categórica, libre de prejuicios, había sido
en síntesis general, aceptada por la Comisión Defensa Intereses
Departamentales.
Asi
fue que Gualeguaychú no se quedó
atrás y siguió insistiendo, y así logro una mejor canalización que se realizó
entre el año 1909 y 1910, con
la realización de la defensa Norte, obra dirigida por el Ingeniero Roberto Duboscq,
la misma con una longitud de 3000 metros de piedras por 6 metros de ancho y una profundidad en
el canal de 2.70 metros al cero desde el km 0 (90,2 para el Rio Uruguay) hasta
el puerto Local y con un ancho de 70 metros.
En
1912 se siguió con el dragado y extracción de piedras, habilitando el paso por
el puerto entre la isla de La Libertad y la costa de la ciudad que se
encontraba obstruido por una pequeña isla de piedras llamada UBAJAY, obra también dirigida por
el Ingeniero Roberto Duboscq.
El
pueblo siguió insistiendo que se dragara de 15 a 17 pies, y que se prolongaran
las defensas, pero no se llegó a buen puerto, el Ministerio de Obras Publicas
argumento que no había presupuesto y que sería una obra muy costosa e
insignificante.
A
lo largo de los años el canal de la barra fue mantenido con una draga y chatas
que transportaban el barro arenoso extraído y lo volcaban en las aguas
profundas del rio Uruguay.
Así, con todo
el trabajo de estos los profesionales y la incansable lucha y trabajo del
pueblo de Gualeguaychú, quedó concluida la obra, hasta hoy, más importante a
nivel hídrico de nuestra historia.-
Año 1900
Año 1910
Inauguración
de las obras de canalización, colocación de la piedra fundamental de las obras
por el ministro Emilio Civit 1904.
Maquina DERROCADORA del M.O.P
Escollera Sur, mirando del km 3,9 al km 5,1 (altura del Rio Gchú 0.50 m)
Escollera Sur, mirando del km 5,1 al km 3,9 (altura del Rio Gchú 0.50 m)
Escollera Norte, mirando del km 3,9 al km 5,1 y a las isla de Los Cañones (altura del Rio Gchú 0.50 m)
Escollera Norte, mirando del km 5,1 al km 3,9 (altura del Rio Gchú 0.50 m)
Escollera Norte, mirando del km 6,6 a la isla de Los Cañones y al 5,1 (altura del Rio Gchú 0.50 m)
Puerto de Gualeguaychú, pequeña isla de piedras, algunos la llamaban isla Ubajay y la Isla de La Libertad
Vista actual: Puerto de Gualeguaychú, costanera y la isla de La Libertad
Pequeña isla de piedras, algunos la llamaban isla Ubajay, a la izquierda costa de Gualeguaychú (hoy costanera)
Vista actual: a la izquierda costa de Gualeguaychú (Balneario Norte y costanera)
Pequeña isla de piedras, algunos la llamaban isla Ubajay, a la izquierda isla de La Libertad, a la derecha Gualeguaychú
Vista actual: a la izquierda isla de La Libertad, a la derecha Gualeguaychú , puerto y costanera
ISLA DE LOS CAÑONES
Formada sobre la escollera NORTE del Río
Gualeguaychú por efecto de la sedimentación producida por las crecientes.
Este es el lugar aproximado donde la
flota Portuguesa, luego de la derrota de juncal y perseguida por el almirante
G. Brown, arrojó sus cañones al agua, para rendirse luego en Gualeguaychú.
Vapor LUNA, navegando con rumbo al rio Uruguay en las proximidades del km 5,8 de la boca del rio Gualeguaychú, a la derecha de la imagen podemos observar la isla de Los Cañones
ARROYO BELLACO
Batalla
del Bellaco
El 14 de enero de 1813, dos goletas y una balandra corsaria de los
realistas, fueron apresadas en el Arroyo
del Bellaco por los capitanes José Santos Lima y Gregorio Samaniego. En este
operativo se destacaron los soldados Antonio Gorosito y Matías Guzmán, quienes
a nado con sus sables entre dientes abordaron las naves. Una de las naves
apresadas era la balandra de dos palos “NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO” de
veinticinco toneladas con apostadero en Montevideo, cuya bandera fue donada a
la Iglesia de Gualeguay.
“LA PUENTE” Y
MAREOGRAFO
Actualmente es campamento de pescadores, próximo
a este campamento y frente a destacamento
boca se encontraba el mareógrafo (hoy se observan restos de sus antiguas
bases o pilotes).
“La Puente”, recibe este nombre por el apellido
de la familia que atendía el semáforo de entrada al río, con indicaciones
visuales (bolas) sobre el comportamiento del río y su profundidad (bajante o repunte).
Desde principios de 1800 fue un lugar estratégico. El vigía, utilizando
caballos o botes a remo, avisaba al comandante de Gualeguaychú sobre el
movimiento de naves enemigas.
ANTIGUA GUARDIA
Siglo XIX. El lugar donde se encontraba
la vieja guardia, era un lugar estratégico contra el contrabando. Ubicado
frente al Arroyo Lorenzo, navegable para embarcaciones chicas y comunicado con el
Río Uruguay a través del Arroyo Bellaco.
ZONA ARROYO LORENZO Y
PASO LA GUARDIA
Arroyo Lorenzo, toma el nombre de uno de
sus pobladores, el indígena Lorenzo Núñez (aproximadamente en 1750).
En el año 1666, el Paso de la Guardia fue
fundado simultáneamente con Sto. Domingo Soriano (Pto. Landa); la reducción de
indios pampas y charrúas, según los documentos, constaba de adelantado y 50
soldados con cura dominico y un fiscal Indígena. Estas reducciones fueron
formadas para evitar el contrabando que efectuaban los portugueses y la venta
de indios que eran llevados a la costa del Brasil, a 200 pesos fuertes.
CORTE O CANAL ARTIFICIAL (1937 - 1940)
En el año
1936 el diputado Nacional Juan Francisco Morrogh Bernard oriundo de
Gualeguaychú presenta en el congreso de la Nación de acuerdo a los estudios
realizados por la Dirección general de Navegación y Puertos, un proyecto de
rectificación y mayor profundización del
rio Gualeguaychú entre su desembocadura y el puerto del mismo nombre.
La
rectificación comprendía en construir dos cortes, debido a que la navegación se
realizaba con cierta dificultad por las sinuosidades del curso y las curvas de
pequeño radio que presentaba. Si bien la rectificación solo acortaría el
recorrido más o menos 2,75 km,
beneficiaria enormemente a la navegación al evitar los riegos que tenían
que afrontar en días de temporal para poder maniobrar en las curvas de radio
reducido.
La mayor
Profundización, consistía en darle una mayor profundidad al canal dragado desde
su desembocadura hasta el puerto, que se mantenía a 9 pies de profundidad al 0 por 70 m. de ancho
y llevarlo a 12 pies al 0 de la escala hidrométrica. La mayor profundización a
12 pies, permitiría la navegación de buques hasta 10 pies de calado.
Aprobado el
proyecto y el presupuesto, se dio comienzo con la construcción del primer Corte
en el año 1937, inaugurándose en el año 1940.
Se
construyó con máquinas a vapor y palas, tiene una extensión en línea recta de
1200 m. y 80 m. de ancho.
La
canalización del canal desde la desembocadura hasta el puerto no se llevó a los
12 pies requeridos por el Senador Morrogh Bernard, si se canalizaron a 9 pies
algunos pasos que contaban con 7 pies al 0.
En el año
1942 el mencionado diputado vuelve a presenta otro nuevo proyecto y presupuesto
en el Congreso de la Nación, adjuntando los estudios realizados por la
Dirección general de Navegación y Puertos, para realizar el segundo corte que
todavía no había sido construido, siendo aprobado este nuevo proyecto por el
poder ejecutivo el mismo año.
En principio estaba proyectado de
una forma curva no muy pronunciada de 2,300 metros, desde la salida del paso la
Quinta , pasando por el campo de propiedad del Sr. Julián Irazusta para
desembocar en el Paso Cancha Larga, frente al primer corte, pero como hubo
inconvenientes con el Propietario de las tierras y dado que también se temía
encontrar fondo de piedra, se buscó una segunda opción, por los campos de la
sucesión Alzaga-Unzué, desde el Paso Cancha larga en línea recta hasta unos 500
metros antes de la isla Martín chico, con una extensión de 1700 metros. Sin
llegar a construirse, desconociéndose los motivos.
ARROYO VENERATO
Toma el nombre de uno de sus primeros
pobladores, el del indígena Venerato Gonzales (mitad del siglo XVIII).
ARROYO LA CAPILLA
Toma su nombre debido a que había una
capilla particular perteneciente al párroco Pedro García de Zúñiga, establecido
en tierras realengas desde mitad del siglo XVIII. Hoy en día no quedan restos
de la misma, pero el lugar se puede
determinar donde existe una plantación de pinos.
ARROYO EL CURA
En las cartas de principios del siglo
XVII se lo conoce con el nombre de Arroyo Lupe, luego como arroyo Capitán (denominado
así por Don Gonzalo Peréz de la Viña, quien según la leyenda, hizo construir
una de las primeras capillas de la zona, y a fines del siglo XVIII pasa a
llamarse Arroyo El Cura (por Timoteo Gordillo, primer cura de la capilla de
Gualeguaychú, ubicada donde se encuentra hoy la Catedral)
MUELLE
Destruido, estaba ubicado al NORTE de la
desembocadura del arroyo El Cura, fue utilizado por Don Saturnino Unzué para
embarcar burros con destino a Sudáfrica durante la guerra Anglo-Boers
(1899-1902). Con grandes bajantes, todavía se observan restos de piedras del
mismo.
SALADEROS
Ex Paso de las Piedras, zona de saladeros
desde fines del siglo XVIII en adelante, aún se observan tres chimeneas,
silenciosos testimonios de esa época.
FRIGORIFICO
GUALEGUAYCHU
Dedicado
a la faena de ganado, transportaba las reses y sus derivados en barcos propios.
En Buenos Aires se efectuaba el trasbordo para su exportación.
Fue inaugurado en el año 1923
motivado por la crisis ganadera nacional
Pero con el tiempo, el Frigorífico sufrió una serie de crisis que lo llevaron a
la quiebra y cerrando sus puertas en el año 1986. Sus instalaciones y su
muelle actualmente se encuentran desactivados. Solo forma parte de la historia y el Patrimonio Cultural de
la ciudad.
Frigorífico Gualeguaychú
Vista actual: Frigorífico Gualeguaychú
Frigorífico Gualeguaychú
Vista actual: Frigorífico Gualeguaychú
PUERTO DE GUALEGUAYCHU
La ciudad
nació y creció a la vera del río, llegando a hacer tan importante su tráfico fluvial,
que en el año 1914 superó las seiscientas embarcaciones despachadas, siendo
hasta entonces propulsadas en un 50% a vela y el resto a vela/vapor y
vapor/rueda. Fue el segundo puerto en importancia en el país; de él salían
vapores en línea regular con destino a Concordia-Carmelo-Montevideo-Buenos
Aires y cargas que salían directamente a Cuba, EE.UU. y Europa. Algunos de los
cargueros eran propiedad de empresarios locales. En la década del '80 el puerto comienza a perder movimiento.
Hoy se encuentra inactivo.
Puerto de Gualeguaychú
Puerto de Gualeguaychú
Puerto de Gualeguaychú
Vista actual: Puerto de Gualeguaychú
Puerto de Gualeguaychú
Puerto de Gualeguaychú
Puerto de Gualeguaychú
Puerto de Gualeguaychú
Vista actual: Puerto de Gualeguaychú
Vista actual: Puerto de Gualeguaychú
Vista actual: Puerto de Gualeguaychú
CLUB NAUTICO
GUALEGUAYCHU
En 1920 don Saturnino Unzue dona
a la comunidad de Gualeguaychú 115 has,
con el fin de crear un parque recreativo para la comunidad. Como la
municipalidad no había realizado ninguna de las obras prometidas los Unzue
insinuaron en revocarles la donación.
El primer paso
de un grupo de caballeros encabezados por el Dr Mario García Reynoso fue
conseguir un predio en el solitario parque Unzue para allí formar un club náutico
y un balneario para la comunidad de Gualeguaychú, fue entonces que dio con el
indicado, allí… en el lugar pensado, llegaba la balsa que transportaba, a
través del rio, autos, jinetes y peatones que seguían para el anegadizo camino a
C. del Uruguay, allí también se encontraba el rancho del almacén de ramos
generales de Cabrera circundado de bañados, un tala, un ceibo, todo era un
pajonal inhóspito; ese fue el lugar que puso a prueba el espíritu emprendedor y
la visión de García Reynoso y que éste eligió para sede del club que fundara el
22 de agosto de 1931.
Para dicha empresa conto con la colaboración
y el entusiasmo de un grupo de caballeros
amigos y con la acogida inteligencia previsora del intendente Bernardo
l. Peyret, que encontró en la iniciativa un medio de grandes perspectivas para
contribuir a solucionar el candente problema del parque Unzue.
Así es que en
agosto de 1931 se empieza a repartir en la ciudad una tarjeta de invitación
para el día 22 de agosto de 1931 a las 21.30 hs en el club social recreo
argentino, con el fin de crear un club de natación y deportes náuticos, es así
que quedo constituido el club náutico Gualeguaychú.
Actualmente esta
Institución deportiva, cuenta con amarras para las embarcaciones de sus
asociados y de cortesía, varadero, una sede, playa, pileta, quinchos y una
confitería abierta a todo público dueña de una vista increíble al rio
Gualeguaychú.
Es el club de yachting más antiguo del Rio
Uruguay, también es el primer club Argentino que se encuentra al remontar por
el Río Uruguay.
Dedicado a la
parte social también, pero su fuerte es su trayectoria en la náutica
especialmente a todo lo relacionado con el yachting, escuela de Optimist,
organización de cursos de instrucción, regatas de Optimist y de veleros cabinados.
PUENTE LA BALSA
Fue construido en el año 1929-1931. Es de
hierro remachado y del tipo elevadizo.
Nació con el nombre de “La Balsa” por suplantar a la vieja balsa que
efectuaba el cruce del río; luego se llamó Hipólito Irigoyen; también 6 de septiembre (caída de Hipólito Irigoyen);
luego volvió a su nombre original hasta el año 1986 que pasó a llamarse
“Claudio Méndez Casariego”, intendente de Gualeguaychú que luchó por su
construcción.
Puente Méndez Casariego (La Balsa)
Vista actual: Puente Méndez Casariego (La Balsa)
ALMIRANTE BROWN
Rendición de la escuadra brasileña
Estaba al mando del Capitán Roque
Francisco Sena Pereira, derrotado en la Batalla de juncal, frente a Carmelo.
Ocho de las diecisiete naves que integraban su escuadra remontaron el Río
Uruguay, varándose tres de ellas en la desembocadura del Río San Salvador. Eran
las naves: “ITAPOA”, “8 DE MARZO” y “LIBERTADE DO SUL”, que fueron incendiadas,
pasando sus tripulantes a las restantes. La pequeña flota quedó formada por
tres goletas de 200 toneladas llamadas: “9 DE JANEIRO”, “7 DE SETEMBRO” y “12
DE OCTUBRO”, y dos cañoneras de 100 y 120 toneladas llamadas: “PARANAUA” y
“CANANEA”.
A los tres días el Almte. Brown sale en
su persecución, llegando el 13 de febrero de 1814 a la boca del Río
Gualeguaychú, dejando allí fondeada su flota. Acompañado por el Capitán
Francisco Drummond y veintidós hombres en dos botes, se internó en el Río
Gualeguaychú, tomando las embarcaciones brasileras en el puerto de nuestra
ciudad.
GARIBALDI
El 20 de septiembre de 1845, la escuadra
de Garibaldi, apoyada por una corbeta inglesa
y la francesa “EXPEDITIVE”, tomó por sorpresa al vigía que se encontraba
de guardia en la boca del río Gualeguaychú. En embarcaciones menores llegaron
hasta la villa, apresando al comandante militar Coronel Villagra. Acantonados
en la casa de la familia Haedo, colocaron cañones en su terraza, (esta propiedad
está ubicada en el ángulo Noroeste de la Plaza San Martín, intersección de
calles Rivadavia y san José. Fue adquirida por la Municipalidad de Gualeguaychú
e integrada al museo de la ciudad).
Garibaldi y sus hombres saquearon a los
pobladores, conformando un botín calculado en 35000 libras.
Se embarcó nuevamente en el Arroyo El
Cura, luego de una escaramuza, los caballos y las reses las embarcó en la boca
del Río Gualeguaychú, en el lugar denominado La Puente, desde allí navegó hasta
la Isla del Vizcaíno (Río Negro, R.O.U) lugar en que tenía su base.
Muchas son las historias que narran en la
población descendientes de esa época, sobre quien fuera después héroe de
Italia.
ISLA DE LA LIBERTAD
Luego del pronunciamiento del 1° de mayo,
en la vecina ciudad de Concepción del Uruguay, el General Urquiza estableció su
Estado Mayor en Gualeguaychú, para formar el ejército grande, que combatiría
más tarde en la Batalla de Caseros, derrotando al General Rosas.
En esta isla, llamada en esa época “Isla
de Fraga” se reunió el 29 de junio de 1851 con el Dr. Manuel Herrera y Obes,
ministro oriental, el almirante Greenfell de Brasil, y con el General Eugenio
Garzón, oriental.
También estuvo en esta isla invitado por
Urquiza, Don Domingo F. Sarmiento, a quien luego de un brindis, se le dio el
grado de Sargento Mayor. De inmediato se traslado a Montevideo para comprar una
imprenta liviana que acompaño al Ejército Grande publicando progresivos
boletines de información de la campaña.
En su libro “campaña del Ejército
Grande”, Sarmiento dice…”Se me dieron los parabienes, y al día juntos en la isla
de Fraga, en Gualeguaychú”. Otro párrafo del mismo libro…”En la fiesta de la
Isla de Fraga, que me traía enamorado, por su graciosa colocación en medio del
Gualeguaychú y enfrente a la aduana, convídome a bañarnos el Coronel Hornos”.
Cuatro días después del asesinato del
Gral. Urquiza, 11 de abril de 1870, un grupo de vecinos simpatizantes de
Urquiza forma el batallón 15 de abril, siendo su jefe el Coronel Leopoldo
Villar, que en la mañana del 18 de noviembre de 1870 con doscientos hombres
soportó un ataque de mil doscientos de las fuerzas de López Jordán, atrincherándose
finalmente en la Isla. La resistencia cesó aproximadamente a las 18 hs.,
embarcándose los efectivos locales en el vapor Gral. Garibaldi atracado para
esos fines detrás de la Isla. En él navegaron hacia la boca del río
Gualeguaychú, soportando un nutrido tiroteo frente al Puerto.
El nombre actual de la isla fue puesto en
recordación de ese combate.
LA NAVEGACION EN EL RIO
GUALEGUAYCHU
Viajar por agua a la ciudad de
Gualeguaychú, es una alternativa llena de matices, que brinda el marco de su naturaleza
litoraleña suma de espectáculos a nivel nacional a internacional en los que
participa toda esta comunidad.
El Río Gualeguaychú fue avistado en 1520
por el piloto de Magallanes, Don Juan Rodríguez Serrano, desde la nave
“SANTIAGO” de 75 toneladas. Era ésta la más pequeña de la flota de Magallanes,
y fue destruida por las rompientes del SUR, tiempo después del descubrimiento
del Río Santa Cruz.
También se cree lo avistaron y
reconocieron en su desembocadura, naves de la flota de Sebastián Gaboto en
1527, y Pedro de Estopiñan en 1542, miembro de la escuadra de Alvear Nuñez
Cabeza de Vaca.
Los indígenas lo llamaban YAGUARI-GUAZU,
y los españoles GUALEGUAYCHU, posiblemente por dificultades para imitar las
voces guturales de los indígenas.
Su desembocadura fue asentamiento de
indios YAROS, CHARRUAS, CHANAS, GUARANIES y PAMPAS, estos últimos traídos de
Buenos Aires luego de la fundación en territorio de Villa Soriano a mediados
del siglo XVII.
Mudos testigos de esa época son los
cerros de tierra. Los cerros eran usados como refugio para sobrevivir en las
grandes crecientes.
El Río Gualeguaychú nace en el
NORTE de Entre Ríos, en el pueblo de Jubileo, recibiendo en su recorrido
aproximadamente veinte afluentes de agua cristalina, muchos de ellos
provenientes de vertientes. Su parte navegable y balizada es desde el KM. 0,
coincidente con el KM. 94,3 del Río Uruguay, hasta el puente de hierro “Claudio
Méndez Casariego” KM 22,5. Desde el puente “Méndez Casariego”
hacia su nacimiento se puede navegar una parte con embarcaciones menores y con
precaución.
La ciudad de Gualeguaychú fue fundada en
1783 por Tomás de Rocamora, enviado del Virrey Vértiz, llegando a ser su puerto
el 2° en importancia del país. La navegación de los barcos comerciales era a
vela, vela-vapor y propulsión a rueda. En el año 1914 entraron al puerto de
Gualeguaychú más de seiscientos buques, algunos en líneas regular Concordia-C.
del Uruguay-Carmelo-Montevideo-Buenos Aires. Había barcos de empresas locales
que viajaban en forma directa a EE.UU., Cuba y Europa.
El progreso trajo las rutas y puentes; el
transporte por camiones más rápido y seguro fue reemplazando al fluvial.
Actualmente el puerto está inactivo, opera únicamente con embarcaciones
deportivas, comerciales turísticas y de Prefectura Naval.
La navegación deportiva en nuestro río se
incrementa notablemente en la época estival, por la influencia del turismo
náutico que proviene en su mayoría de Buenos Aires y de nuestro litoral.
Alberto Zubillaga (año 1987)
Arturo Zubillaga (año 2013)
Agradecimientos: Carolina Schafer, Oscar Risso, Gustavo Puente, Alberto Gasparovic, instituto Magnasco (diario "El Censor"), diario "El Argentino" .
www.gualeguaychunautico.blogspot.com.ar
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