LA CRECIENTE DE 1959 Y EL
HUNDIMIENTO DE LA DRAGA 2 C
DRAGA 2 C
La draga 2 C del Ministerio de Obras Publicas de la Nación (M.O.P.) se encontraba trabajando en el canal dragado de acceso al río Gualeguaychú, en las inmediaciones del Km 2,6. Su proa miraba hacia el km 0 (km 90,2 del canal boyado de navegación del río Uruguay, en la actualidad km 94,3), a los 135° Sureste y su popa miraba al km 3,9; pero la gran creciente del año 1959 producida por las intensas y copiosas lluvias del mes de abril, acompañadas por la recia sudestada, que llego a la altura de los 7 metros sobre el cero de la escala Hidrométrica, sorprendió a la draga con 5 anclas; 3 de proa y 2 de popa.
En principio el viento fue sureste
fuerte, con el correr de las horas fue aumentando su intensidad hasta
convertirse en un temporal, el viento lo recibía por su proa y luego en la
madrugada azotó el Pampero que superó los 120 km/h, el cual hizo garrear sus
anclas sin llegar a presentar la nave al viento, arrastrándola unos 200 metros
fuera del canal y levantando una gran marejada que logró tumbarla totalmente, desapareciendo
de la superficie a las 2 y 30 hs de la madrugada del día jueves 16 de Abril de
1959.
Dotada de 12 tripulantes, la
tragedia dejo un saldo de 9 muertos incluido su capitán y tres sobrevivientes.
Destacando que tres de los tripulantes nunca
fueron encontrados, creyéndose que quedaron atrapados dentro de ella. De los únicos tres sobrevivientes, los dos primeros que
eran uno el cocinero y el otro ayudante de cocina, manifestaron que a la hora
indicada estaba toda la tripulación levantada y en estado de alerta por la
fuerte tormenta que los azotaba y que, en un momento dado, rápidamente la draga
se dio vuelta desapareciendo de la superficie, ellos dos se salvaron sujetándose a unas tablas siendo arrastrados durante 5 horas por
el viento, tocando tierra frente a Ñandubaysal. Con
posterioridad llegaron noticias que en el mismo lugar apareció el tercer sobreviviente.
La draga 2 C tenía 53,90 m. de eslora, 10 m. de manga, 2,84 m. de puntal
y 2,40 m. de calado, 716 toneladas de desplazamiento, el casco era de hierro
con cubierta de madera de teca y era propiedad del Ministerio de Obras Públicas
de la Nación, su Capitán era Agenor León Rojas oriundo de Gualeguaychú y
trabajaban alrededor de 15 hombres, varios de ellos ciudadanos de Gualeguaychú.
Fue construida por astillero George Rennie & Co., en Londres, U.K. ;
matricula 738 F, tripulantes 22, botada en el año 1882 y bautizada en la Argentina con el nombre
PROGRESO, data de la década de 1900 cuando fue adquirida por el Ministerio de
Obras Publicas de La Nación y luego fue
rebautizada con el nombre M.O.P. 2 C
(Argentina).
Funcionaba con una maquina
alternativa a vapor tipo Compound de 200
iHP y una caldera (1 x 5 kg/cm2), alimentada por petróleo crudo con una
capacidad de combustible de 62 m3. Dos hélices de tres palas cada una con línea
de eje y una velocidad de navegación de 5 km/h.
Era una draga de Cangilones, con
una profundidad de dragado de 9,30 m. (es una draga mecánica formada por
una cadena de Cangilones o baldes montada sobre un robusto castillete, la
escala de Cangilones atraviesa el pontón y se hunde en el fondo para excavar el
material. La acción de dragado se realiza mediante un rosario continuo de
Cangilones o baldes que levantan el material del fondo y lo elevan por encima
del nivel del agua, volcándolo sobre el mismo pontón).
El barro arenoso extraído era transbordado a barcazas que se acoderan a la
banda, propulsadas por un remolcador y era
arrojado en aguas profundas del río Uruguay.
En la década de 1980 data que un particular intento
reflotarla para poder vender el hierro, utilizando unos aparejos intentaron
volver a enderezarla sin poder llegar a su cometido, esos aparejos quedaron
como testigos de aquella iniciativa de querer reflotarla, pero ya había pasado
mucho tiempo y estaba destinada a quedarse ahí como emblema y parte de la
historia de Gualeguaychú, junto a las escolleras del canal de acceso a
Gualeguaychú.
Creciente de 1959 y
Draga 2 C
Corría el año 1959, cuando todo comenzó aquel
día 25 de Marzo , un miércoles que amaneció nublado, con una tormenta eléctrica
y luego empezó a llover, las lluvias fuertes comenzaron el 3 de abril superando
todos los registros de lluvias conocidos, cayendo agua durante 22 días,
acompañada de los vientos persistentes del sector sureste que fueron incrementando su
intensidad a fuertes, muy fuertes, hasta tornarse en temporal, llegando a mediados del mes de abril, creciendo y
desbordando los ríos de La Plata, Delta de Buenos Aires y Entrerriano, Uruguay,
Negro (Uruguay), Gualeguaychú y varios
ríos más y arroyos, convirtiéndose en una catástrofe en ciudades entrerrianas y
uruguayas. Terminando este temporal con
un viento Pampero que dejo su legado en la historia de Gualeguaychú.
Viernes 10 de abril del 59: fue visible como en Concepción
del Uruguay crecían las aguas del Río Uruguay, de los arroyos y riachos que son
sus afluentes.
Rápidamente se elevaba a ojos
vistas el nivel del río, y sus aguas comenzaban a cubrir aceleradamente las
islas próximas en grandes extensiones y las costas aledañas más bajas. El ritmo
de la crecida se mantuvo durante todo el día y según informaciones
suministradas por la Subprefectura de Concepción, el río Uruguay crecía en todo
su curso.
A las 20 hs del viernes 10 la
altura frente al puerto de Concepción era de 4,25 m. y continuaba en crecida en
forma acelerada. El avance de las agua amenazaba en la noche de ese viernes a
las 23 hs a numerosos pobladores ribereños.
Sábado 11: crecía en forma extraordinaria el río Uruguay.
Continuaban las lluvias y la sudestada. Las
ciudades de Salto y Paysandú se veían complicadas con la creciente.
Domingo 12: las lluvias persistentes y copiosas provocan el
desbordamiento del río Uruguay.
Lunes 13: continúan las lluvias, se complica la ciudad de Concordia,
alcanzando en algunos puntos a una altura cerca de 14 metros sobre el cero. Colon también presentaba una difícil
situación. El río Uruguay seguía creciendo en forma impresionante.
En las ciudades de Salto y
Paysandú, donde las aguas del río Uruguay habían subido realmente en forma
alarmante, cientos de personas debieron ser evacuadas. En Salto, por ejemplo,
subió a 16 metros el nivel cero, cubriendo totalmente los muelles e invadiendo
las aguas varias calles cercanas al puerto, en las que navegaban lanchas y
botes recogiendo gente que tuvo que abandonar sus hogares. La noche del 13 de
abril llovió copiosamente prosiguiendo la creciente del río Uruguay.
El río Negro desbordo, afectando
Tacuarembó y Mercedes, también llovía incesantemente.
En el RÍO GUALEGUAYCHÚ, se produjo la rotura del puente del Arroyo del
Cura. En calle Del Valle sobre la medianoche, había salido una lancha S-102 de
la subprefectura a fin de evacuar a familias costeras sobre el arroyo
mencionado. También el remolcador B-226 del M.O.P., había zarpado del puerto Gualeguaychú
a fin de recorrer la zona sur del río Uruguay.
Martes 14: La altura de las aguas en el puerto de C. del
Uruguay crecía a razón de 6 cm por hora, favorecida por el
fuerte viento Sureste con una intensidad entre 39 a 49 km/h. A las 21 hs la
altura del río alcanzaba los 8,10 m., a las 22 hs fue de 8,16 m. y a las 23 hs
el último dato registrado era de 8,21 m. y seguía creciendo. Con gran retraso
arribo al puerto local, respecto al
horario habitual de llegada el vapor de la carrera “CIUDAD DE CONCEPCION ”,
tropezó con el inconveniente de una gran corriente en contra, determinada por
la creciente del río Uruguay y recién hizo su entrada a puerto a las 11 hs, la
nave debía zarpar nuevamente a las 20 hs con destino a Buenos Aires , pero las
autoridades, en razón de la fuerte Sudestada que soplaba a esa hora,
dispusieron que aquella no zarpara hasta tanto no mejoraran las condiciones del
tiempo, estimando que lo haría por la mañana del 15 de abril.
Las ciudades uruguayas de Salto,
Paysandú y Artigas quedaron aisladas del resto de la República. Río Negro, la
represa del Rincón del Bonete abre el total de sus compuertas del vertedero.
En Buenos Aires, Río de La Plata,
la creciente provoca graves inundaciones en el Gran Buenos Aires, debido a la lluvia y el viento del sureste, persistentes
ambos, copiosas ellas y recios estos.
Momentos en que el río de La
Plata alcanzo la altura de 3,78 metros, es decir 3 cm superior a la registrada
el 26 de julio de 1958 en ocasión a las desastrosas inundaciones. Las aguas
comenzaron a descender, en tanto el viento perdió un poco su violencia y la
lluvia se tornó en fina e intermitente llovizna. Todos estos factores
favorables dieron pie a la optimista creencia de que el mayor peligro había
pasado.
RÍO GUALEGUAYCHÚ, la altura a las 2 de la madrugada del día 14 era
de 3,72 m, había aumentado solo 2 cm desde las 0 horas de la noche del 14 a
raíz de rachas de viento del sureste. SE ESTIMÓ QUE POR ESE MOMENTO NO IBA A VER
INDICIO DE MAYORES PELIGROS, SI SE MANTENÍA ESTABLE EL TIEMPO, PERO CON EL
CORRER DE LAS HORAS DEL DÍA 14 NO FUE TAN ASÍ. El viento sureste incrementó su
intensidad poniéndose arrachado y fuerte (39 a 49 km), acompañado por las ya
copiosas e intensas lluvias, originó un pronunciado repunte en la creciente. El
nivel del río Gualeguaychú llego a los 4 metros sobre el mediodía, pero a las
15 horas se registró un nuevo repunte en la creciente, superando los 7 cm por
hora, a las 16 hs el nivel era de 4,32 metros, mientras que a las 18 hs llego a
los 4,56.
A las 24 hs toco los 4.78 y a la
1 de la madrugada del día 15 de abril se registró una ligera variante, había
bajado 1 cm, pero ya se insinuaban más precipitaciones con descargas eléctricas
y fuertes vientos, a las 2 de la mañana del día 15 la intensa lluvia hacía
temer nuevos ascensos en la creciente.
Miércoles 15: Con el correr del día el RÍO GUALEGUAYCHÚ cubrió
todos los sectores ribereños, adquiriendo graves contornos la inundación, la
zona portuaria había desaparecido bajo las aguas. Continuaban abundantes
lluvias y con muy fuerte y recio viento arrachado del sureste (50 a 61 Km
aproximados) aumentando su intensidad hasta convertirse en un temporal terminando
las últimas horas del día 15.
A las 20 hs la altura era de 5,34.
22 hs 5,39. 23 hs 5,40. 24 horas 5,41. A la una de la mañana del 16 de abril
era de 5.43, mientras que a las 2 era de 5,46 en la escala del puerto.
Jueves 16 “La tragedia”: La onda de la creciente abarco una
cuarta parte de la ciudad, la marca alcanzada cuando
la onda de agua desbordo totalmente el río Gualeguaychú y unida a la
acumulación por las persistentes precipitaciones pluviales producidas,
constituyen un desgraciado record dentro de la cronología de las grandes crecientes,
siendo la mayor de todas.
La magnitud del desastre que el
avance implacable de las aguas impondría a los damnificados, se presintió tan
pronto como la dirección y la intensidad superior a los 120 km/h del viento Pampero
con fuerte lluvia, concertó la desafortunada alianza que, en las primeras horas
de la mañana, hizo presa de su furia al extenso y vasto vecindario que vio sus
viviendas tapadas o invadidas compulsándolos a abandonarlas, perdiendo efectos
personales o familiares, ropas, muebles, dinero. El volumen de las aguas
aumento vertiginosamente a razón de más de 8 cm por hora hasta llegar hasta los
6, 10 m a las 6 de la mañana, superando luego ese límite sin que se pudiera
establecer exactamente su altura, porque sobrepaso la regla medidora del puerto
(escala hidrométrica), calculándose sin embargo que había alcanzado los 6, 70
metros
A pesar de los esfuerzos que se
hicieron tanto desde el punto de vista oficial como privado, las tareas de
evacuación se cumplieron lentamente, sensiblemente obstaculizadas por la
lluvia, que habían convertido el éxodo en una verdadera odisea. Ancianos y
niños sin abrigo, luego de una jornada de penurias, debieron afrontar la
situación, así también se veían muebles, utensilios de cocina y objetos varios
flotando en las calles y en mayor proyección viviendas habían quedado
convertidas en natatorios.
De esta manera las aguas
cubrieron la cuarta parte de la ciudad, debiendo destacar para tener una noción
exacta de la situación planteada, que el edificio de la Subprefectura que está
emplazado, a un metro de altura sobre el nivel de la calle, en el cual se
encuentra situado, no escapo a la crecida penetrando en su interior y cubriendo
20 cm de la línea del piso, circunstancia que determino su desalojamiento y el traslado de sus
oficinas a la calle 25 de mayo.
En la ciudad no hubo víctimas,
felizmente y a despecho de todas las dificultades, las tareas de salvataje se
desarrollaron normalmente y contaron con la amplia colaboración civil prestada
a las autoridades militares, de la Subprefectura y policiales
Dos episodios ocurrieron en el río
Gualeguaychú, que afortunadamente no tuvieron consecuencias de gravedad. Primero,
mientras se desalojaba a un grupo de personas en un bote a motor de la
Subprefectura, la embarcación choca con un poste hundido, abriéndose un rumbo
en su casco que puso en peligro a los accidentados ocupantes de la misma.
Avista do el percance desde el buque “EL PASTOR”, de inmediato se les auxilió
sacándolos del aprieto al evitar el gran riesgo.
Por otra parte, una lancha de la
Subprefectura fue llevada por el fuerte viento y la corriente a la deriva
quedando atracada bajo el puente “Hipólito Irigoyen” (hoy Méndez Casariego),
por espacio de 30 minutos de donde fue sacada por personal de repartición, utilizando
otra de sus embarcaciones
En la planta del frigorífico, las
autoridades habían tomado todas las medidas de precaución que el caso aconsejaba,
con la colaboración decidida y amplia del personal del establecimiento. Con el
propósito de que las aguas no ocasionaran daños en las instalaciones y
departamentos principales destinados a la elaboración de la carne, construyeron
tapias, cerraron puertas con obra de material y clausuraron el caño que unía la
fábrica con el río, y que se aplicaba a las labores industriales, sin embargo
esas precauciones fueran vencidas por la inmensidad del desbordamiento que rayo
en el lugar a una altura de 1,10 metros, por ende invadió la planta baja de
todo el edificio, penetro en los sótanos de
las cámaras frías y salas de máquinas imponiendo la paralización de los
motores.
Continuaba en crecente el río
Gualeguaychú, luego de estar estacionario durante varias horas en la tarde del
16 (6, 70 m.), después de las 19 hs empezó a crecer hasta llegar a 6,82 metros
a las 2 de la mañana del día 17 de abril, el Río Uruguay descendía en general.
El Club Náutico advertía, mediante
un comunicado a los propietarios de embarcaciones menores y mayores, sobre todo
las que poseían mástil, del peligro que
significaba pasar debajo de la línea eléctrica, que se encontraba a la altura
del club Náutico y la Isla de La Libertad.
Hundimiento
de la draga 2 C M.O.P.
Frente al km 2 de acceso a
Gualeguaychú, se dio vuelta el jueves a las 2 y 30 de la madrugada la draga
número 2 C del MOP, dotada de 12 tripulantes, de los que solo 3 salvaron sus vidas.
Los sobrevivientes
individualizados fueron Ángel Benítez de 34 años (cocinero), y Juan Larroble de
31 años (ayudante de cocina), domiciliados en la ciudad de Concepción del
Uruguay. Quienes manifestaron que, a la hora expresada, estaban todos los
ocupantes de la embarcación levantados, en estado de alerta por la fuerte
tormenta que los azotaba y que, en un momento dado, rápidamente la draga se dio
vuelta desapareciendo de la superficie. Ellos dos se salvaron agarrados a unas
tablas, siendo arrastrados durante 5 horas por la correntada y el fuerte viento
hasta que tocaron tierra frente a Ñandubaysal, desde donde fueron rescatados
por personal de una estancia cercana y conducidos en tractor hasta la comisaria
de el Potrero. Momentos más tarde, fueron trasladados hasta la subprefectura
local, repartición que instruyo el sumario correspondiente, a cargo del 2do
jefe Juan A. Centurion.
Con posterioridad llegaron
noticias de que en el mismo lugar de Ñandubaysal, reapareció el tercer
sobreviviente llamado Guillermo Burft o Warst de Concepción del Uruguay.
De sus relatos surge que esa
noche en momentos antes de la tragedia, Luciano Santos David Aguirre se saca su
chaleco salvavidas y se lo entrega a uno de los 3 tripulantes que pudieron
lograr salvar sus vidas.
En la noche del día 17, personal
de Destacamento Boca de la subprefectura, traslado a tres cadáveres
pertenecientes a la tripulación de la draga y cuyos nombres eran: Agenor León Rojas (Capitán de la embarcación),
Serapio Enrique Brau, los dos de Gualeguaychú y Pedro Chichi de Concepción del
Uruguay.
La nómina de los seis restantes
era la siguiente: Antonio Gonzales e Irineo Fernández, oriundos de C. del
Uruguay, Luciano Santos David Aguirre, Ignacio Manuel Casafuzz, Isidoro Alcaraz
o Alcará y Raúl Geloz de Gualeguaychú.
Viernes 17: el cielo amaneció despejado y un brillante sol
con una temperatura otoñal. El río Uruguay que en Concordia había alcanzado los
18, 15 metros sobre el nivel cero, y el Río Gualeguaychú los 7 metros sobre el
cero, empezaban a bajar su nivel de agua a 10 cm por hora. El río Uruguay se
presentaba muy correntoso.
Aunque no había una determinación
exacta por haberse superado la marca máxima en el poste medidor de la escala Hidrométrica
en el puerto, se estimaba que la altura mayor alcanzada por el río Gualeguaychú
fue de 7 metros, es decir un metro más que la de 1914.
La presidencia de la Nación había
dado a conocer un panorama de la situación en base a informaciones recogidas en
las zonas afectadas. Señalaba que la bajante era general en todos los ríos. El
Río de la Plata se presenta en bajante y por debajo de su nivel normal, la zona
del Delta sigue afectada a pesar de que baja el Río de la Plata. Con el Río de
la Plata había desaparecido el taponamiento que provocaba al río Uruguay.
Sábado 18 y domingo 19: Río Negro, Uruguay, represa Rincón del
Bonete, el día 18 ante la incertidumbre de si el dique de la represa soportaría
el embate de las aguas, y con la finalidad de no poner en riesgo la vida de
12.000 personas, el comando del Ejército Nacional procedió
a la evacuación de la población de la ciudad Paso de los Toros y zonas vecinas,
aguas debajo del embalse de Rincón del Bonete. También evacuaron 122 personas;
funcionarios, mujeres y niños de la población de Rincón del Bonete.
En las horas de la tarde del 19 de
abril, se destruyeron unos 50 metros de terraplén con el uso de maquinaria
pesada y explosivos. La explosión no tuvo nada de
espectacular ni trascendente. El pie del mismo estaba en la cota +80,00 y la
cresta a +85,00 m, de modo que inmediatamente de la voladura, solamente un
magro caudal de 1.500 m³/s se escapó por la brecha abierta, en comparación a
los 9.000 m3/s que pasaban por el dique y el vertedero. Horas más tarde, se
abre otro escape al lago, por las nacientes de un gajo del arroyo Alburquerque,
en donde el campo tiene un cuello a +83,30 aproximadamente.
Lunes 20: En la tarde del 20 se encontró el cuerpo de
Antonio Gonzales, tripulante de la draga, su cuerpo fue trasladado a Concepción
del Uruguay donde residía. La altura del río Gualeguaychú a las 11 y 30 hs era
de 5,50 m., Concordia 12.20 m., C. del Uruguay 8,30m.
Jueves 23: En horas de la tarde del día 23 de abril, en
inmediaciones donde naufragara la draga, fue encontrado el cadáver del señor Ignacio Manuel Casafuzz,
vecino de nuestra ciudad de 49 años de edad.
Martes 9 de junio: habrían sido visto dos cadáveres, tripulantes
de la draga, si bien no habían sido proporcionadas informaciones oficiales, en
la mañana gano la calle, la noticia de que el señor José Fernández, empleado
del Ministerio de Obras Publicas de la Nación, al regresar del cumplimiento de
su misión, sobre una zona determinada del río Uruguay, había visto a través de
un ojo de buey, dos cadáveres, suponese
de los tripulantes de la draga 2 C del M.O.P. que como se recordara
zozobrara, en la mañana del 16 a la altura del km 2 , al registrarse vientos
huracanados.
Las autoridades de la
subprefectura habían tomado las providencias necesarias y en la mañana del 10
de junio con el empleo del material adecuado, entre ellos dos bombas
succionadoras que fueron solicitadas a C. del Uruguay , se procedería al
rescate de los mismos los que al parecer,
se encontrarían , aprisionados por una escalera.
Los cadáveres de los malogrados
tripulantes, que faltaban rescatar, pertenecían a los que fueran apreciados
convecinos de nuestra ciudad, señores Raúl Geloz, Isidoro Alcaraz o Alcará, y
Luciano Santos David Aguirre e Irineo Fernández de C. del Uruguay.
Miércoles 10 de junio: En las primeras horas de la mañana
entro a puerto la draga n° 203 0 303, procedente de C. del Uruguay, a cargo del
capitán Francisco Igarzabal que con una tripulación integrada por 15 hombres y
personal de la subprefectura Gualeguaychú procederá a las tareas de rescate.
Cerca de las 11 de la mañana, apareció
el cadáver de uno de los tripulantes de la draga hundida, cuando el capitán de
la draga 303 0 203 don Francisco Igarzabal, advirtió la presencia en las aguas
de un cadáver, que tenía puesto un salvavidas. Solicitada la presencia de
funcionarios dela subprefectura, se pudo comprobar en el acto, que el cadáver
pertenecía a unos de los tripulantes de la draga del M.O.P.
Dado su estado de descomposición,
y haber sufrido mutilaciones de importancia por causa de su prolongada
permanencia en el agua, le falta la cabeza, el brazo izquierdo y había perdido las
líneas papilares de los dedos, la identificación, que estuvo a cargo del jefe
de identificaciones del departamento Central de la Policía señor Manuel
Quinteros, quien contó con la colaboración del oficial Hugo Gonzales, fue
absolutamente imposible.
Se presume que el cadáver hallado
pertenece a un tripulante llamado Irineo
Fernández, que de los obreros que trabajaban en la draga, era el de más baja
estatura, teniendo además un pie defectuoso.
Una señora que ocupando una
embarcación se hallaba próxima al lugar donde fue hallado el cadáver, solicito
ver el cadáver en el deseo de comprobar si se trataba de su esposo. No habiendo
logrado su objetivo al parecer. El cadáver fue trasladado a C. del Uruguay.
Los cuerpos de Raúl Geloz,
Luciano Santos David Aguirre e Isidoro Alcaraz o Alcará nunca fueron
encontrados, creyéndose que quedaron atrapados dentro de ella.
Alberto Zubillaga 1987
Arturo Zubillaga 2013-2022
Colaboradores:
Diario el Argentino, Ángeles
Barcia.
Info de Fernanda Pereira por Luciano
Santos David Aguirre su bisabuelo.
Info de María Pucheta, Brian, Martin, Juan Carlos y Graciela Pucheta
y Velásquez. Alicia María Pucheta nieta de Raúl Geloz.
Museo Panizza, diario La Calle de
C. del Uruguay.
Pamela Imas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario