jueves, 26 de diciembre de 2013

DRAGA 2 C - CRECIENTE DE 1959 Y EL HUNDIMIENTO DE LA DRAGA 2 C

 

LA CRECIENTE DE 1959 Y EL HUNDIMIENTO DE LA DRAGA 2 C

DRAGA 2 C


La draga 2 C del Ministerio de Obras Publicas de la Nación (M.O.P.) se encontraba trabajando en el canal dragado de acceso al río Gualeguaychú, en las inmediaciones del Km 2,6. Su proa miraba hacia el km 0 (km 90,2 del canal boyado de navegación del río Uruguay, en la actualidad km 94,3), a los 135° Sureste y su popa miraba al km 3,9; pero la gran creciente del año 1959 producida por las intensas y copiosas lluvias del mes de abril, acompañadas por la recia sudestada, que llego a la altura de los 7 metros sobre el cero de la escala Hidrométrica, sorprendió a la draga con 5 anclas; 3 de proa y 2 de popa.

En principio el viento fue sureste fuerte, con el correr de las horas fue aumentando su intensidad hasta convertirse en un temporal, el viento lo recibía por su proa y luego en la madrugada azotó el Pampero que superó los 120 km/h, el cual hizo garrear sus anclas sin llegar a presentar la nave al viento, arrastrándola unos 200 metros fuera del canal y levantando una gran marejada que logró tumbarla totalmente, desapareciendo de la superficie a las 2 y 30 hs de la madrugada del día jueves 16 de Abril de 1959.

Dotada de 12 tripulantes, la tragedia dejo un saldo de 9 muertos incluido su capitán y tres sobrevivientes. Destacando que tres de los  tripulantes nunca fueron encontrados, creyéndose que quedaron atrapados dentro de ella. De los únicos tres sobrevivientes, los dos primeros que eran uno el cocinero y el otro ayudante de cocina, manifestaron que a la hora indicada estaba toda la tripulación levantada y en estado de alerta por la fuerte tormenta que los azotaba y que, en un momento dado, rápidamente la draga se dio vuelta desapareciendo de la superficie, ellos dos se salvaron sujetándose a unas tablas siendo arrastrados durante 5 horas por el viento, tocando tierra frente a Ñandubaysal. Con posterioridad llegaron noticias que en el mismo lugar apareció el tercer sobreviviente.

 

La draga 2 C tenía 53,90 m. de eslora, 10 m. de manga, 2,84 m. de puntal y 2,40 m. de calado, 716 toneladas de desplazamiento, el casco era de hierro con cubierta de madera de teca y era propiedad del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, su Capitán era Agenor León Rojas oriundo de Gualeguaychú y trabajaban alrededor de 15 hombres, varios de ellos ciudadanos de Gualeguaychú.

Fue construida por astillero George Rennie & Co., en Londres, U.K. ; matricula 738 F, tripulantes 22, botada en el año 1882 y  bautizada en la Argentina con el nombre PROGRESO, data de la década de 1900 cuando fue adquirida por el Ministerio de Obras Publicas de La Nación y  luego fue rebautizada con el nombre  M.O.P. 2 C (Argentina).

 

Funcionaba  con una maquina alternativa a vapor tipo Compound  de 200 iHP y una caldera (1 x 5 kg/cm2), alimentada por petróleo crudo con una capacidad de combustible de 62 m3. Dos hélices de tres palas cada una con línea de eje y una velocidad de navegación de 5 km/h.

Era una draga de Cangilones, con una profundidad de dragado de 9,30 m. (es una draga mecánica formada por una cadena de Cangilones o baldes montada sobre un robusto castillete, la escala de Cangilones atraviesa el pontón y se hunde en el fondo para excavar el material. La acción de dragado se realiza mediante un rosario continuo de Cangilones o baldes que levantan el material del fondo y lo elevan por encima del nivel del agua, volcándolo sobre el mismo pontón).

 El barro arenoso extraído era  transbordado a barcazas que se acoderan a la banda,  propulsadas por un remolcador y era arrojado en aguas profundas del río Uruguay.

En la década de 1980 data que un particular intento reflotarla para poder vender el hierro, utilizando unos aparejos intentaron volver a enderezarla sin poder llegar a su cometido, esos aparejos quedaron como testigos de aquella iniciativa de querer reflotarla, pero ya había pasado mucho tiempo y estaba destinada a quedarse ahí como emblema y parte de la historia de Gualeguaychú, junto a las escolleras del canal de acceso a Gualeguaychú.

 

Creciente de 1959 y Draga 2 C

 Corría el año 1959, cuando todo comenzó aquel día 25 de Marzo , un miércoles que amaneció nublado, con una tormenta eléctrica y luego empezó a llover, las lluvias fuertes comenzaron el 3 de abril superando todos los registros de lluvias conocidos, cayendo agua durante 22 días, acompañada de los vientos persistentes del sector  sureste que fueron incrementando su intensidad a fuertes, muy fuertes, hasta tornarse en temporal, llegando a  mediados del mes de abril, creciendo y desbordando los ríos de La Plata, Delta de Buenos Aires y Entrerriano, Uruguay,  Negro (Uruguay), Gualeguaychú y varios ríos más y arroyos, convirtiéndose en una catástrofe en ciudades entrerrianas y uruguayas. Terminando este temporal con  un viento Pampero que dejo su legado en la historia de Gualeguaychú.

Viernes 10 de abril del 59: fue visible como en Concepción del Uruguay crecían las aguas del Río Uruguay, de los arroyos y riachos que son sus afluentes.

Rápidamente se elevaba a ojos vistas el nivel del río, y sus aguas comenzaban a cubrir aceleradamente las islas próximas en grandes extensiones y las costas aledañas más bajas. El ritmo de la crecida se mantuvo durante todo el día y según informaciones suministradas por la Subprefectura de Concepción, el río Uruguay crecía en todo su curso.

A las 20 hs del viernes 10 la altura frente al puerto de Concepción era de 4,25 m. y continuaba en crecida en forma acelerada. El avance de las agua amenazaba en la noche de ese viernes a las 23 hs a numerosos pobladores ribereños.

Sábado 11: crecía en forma extraordinaria el río Uruguay. Continuaban las lluvias y la sudestada. Las  ciudades de Salto y Paysandú se veían complicadas con la creciente.

Domingo 12: las lluvias persistentes y copiosas provocan el desbordamiento del río Uruguay.

Lunes 13: continúan las lluvias, se complica la ciudad de Concordia, alcanzando en algunos puntos a una altura cerca de 14 metros sobre el cero.   Colon también presentaba una difícil situación. El río Uruguay seguía creciendo en forma impresionante.

En las ciudades de Salto y Paysandú, donde las aguas del río Uruguay habían subido realmente en forma alarmante, cientos de personas debieron ser evacuadas. En Salto, por ejemplo, subió a 16 metros el nivel cero, cubriendo totalmente los muelles e invadiendo las aguas varias calles cercanas al puerto, en las que navegaban lanchas y botes recogiendo gente que tuvo que abandonar sus hogares. La noche del 13 de abril llovió copiosamente prosiguiendo la creciente del río Uruguay.

El río Negro desbordo, afectando Tacuarembó y Mercedes, también llovía incesantemente.

En el RÍO GUALEGUAYCHÚ, se produjo la rotura del puente del Arroyo del Cura. En calle Del Valle sobre la medianoche, había salido una lancha S-102 de la subprefectura a fin de evacuar a familias costeras sobre el arroyo mencionado. También el remolcador B-226 del M.O.P., había zarpado del puerto Gualeguaychú a fin de recorrer la zona sur del río Uruguay.

Martes 14: La altura de las aguas en el puerto de C. del Uruguay  crecía  a razón de 6 cm por hora, favorecida por el fuerte viento Sureste con una intensidad entre 39 a 49 km/h. A las 21 hs la altura del río alcanzaba los 8,10 m., a las 22 hs fue de 8,16 m. y a las 23 hs el último dato registrado era de 8,21 m. y seguía creciendo. Con gran retraso arribo al puerto local,  respecto al horario habitual de llegada el vapor de la carrera “CIUDAD DE CONCEPCION ”, tropezó con el inconveniente de una gran corriente en contra, determinada por la creciente del río Uruguay y recién hizo su entrada a puerto a las 11 hs, la nave debía zarpar nuevamente a las 20 hs con destino a Buenos Aires , pero las autoridades, en razón de la fuerte Sudestada que soplaba a esa hora, dispusieron que aquella no zarpara hasta tanto no mejoraran las condiciones del tiempo, estimando que lo haría por la mañana del 15 de abril.

Las ciudades uruguayas de Salto, Paysandú y Artigas quedaron aisladas del resto de la República. Río Negro, la represa del Rincón del Bonete abre el total de sus compuertas del vertedero.

 

En Buenos Aires, Río de La Plata, la creciente provoca graves inundaciones en el Gran Buenos Aires, debido a la lluvia y el viento del sureste, persistentes ambos, copiosas ellas y recios estos.

Momentos en que el río de La Plata alcanzo la altura de 3,78 metros, es decir 3 cm superior a la registrada el 26 de julio de 1958 en ocasión a las desastrosas inundaciones. Las aguas comenzaron a descender, en tanto el viento perdió un poco su violencia y la lluvia se tornó en fina e intermitente llovizna. Todos estos factores favorables dieron pie a la optimista creencia de que el mayor peligro había pasado.

RÍO GUALEGUAYCHÚ, la altura a las 2 de la madrugada del día 14 era de 3,72 m, había aumentado solo 2 cm desde las 0 horas de la noche del 14 a raíz de rachas de viento del sureste. SE ESTIMÓ QUE POR ESE MOMENTO NO IBA A VER INDICIO DE MAYORES PELIGROS, SI SE MANTENÍA ESTABLE EL TIEMPO, PERO CON EL CORRER DE LAS HORAS DEL DÍA 14 NO FUE TAN ASÍ. El viento sureste incrementó su intensidad poniéndose arrachado y fuerte (39 a 49 km), acompañado por las ya copiosas e intensas lluvias, originó un pronunciado repunte en la creciente. El nivel del río Gualeguaychú llego a los 4 metros sobre el mediodía, pero a las 15 horas se registró un nuevo repunte en la creciente, superando los 7 cm por hora, a las 16 hs el nivel era de 4,32 metros, mientras que a las 18 hs llego a los 4,56.

A las 24 hs toco los 4.78 y a la 1 de la madrugada del día 15 de abril se registró una ligera variante, había bajado 1 cm, pero ya se insinuaban más precipitaciones con descargas eléctricas y fuertes vientos, a las 2 de la mañana del día 15 la intensa lluvia hacía temer nuevos ascensos en la creciente.

Miércoles 15: Con el correr del día el RÍO GUALEGUAYCHÚ cubrió todos los sectores ribereños, adquiriendo graves contornos la inundación, la zona portuaria había desaparecido bajo las aguas. Continuaban abundantes lluvias y con muy fuerte y recio viento arrachado del sureste (50 a 61 Km aproximados) aumentando su intensidad hasta convertirse en un temporal terminando las últimas horas del día 15.

A las 20 hs la altura era de 5,34. 22 hs 5,39. 23 hs 5,40. 24 horas 5,41. A la una de la mañana del 16 de abril era de 5.43, mientras que a las 2 era de 5,46 en la escala del puerto.

Jueves 16 “La tragedia”: La onda de la creciente abarco una cuarta parte de la ciudad, la marca alcanzada cuando la onda de agua desbordo totalmente el río Gualeguaychú y unida a la acumulación por las persistentes precipitaciones pluviales producidas, constituyen un desgraciado record dentro de la cronología de las grandes crecientes, siendo la mayor de todas.

La magnitud del desastre que el avance implacable de las aguas impondría a los damnificados, se presintió tan pronto como la dirección y la intensidad superior a los 120 km/h del viento Pampero con fuerte lluvia, concertó la desafortunada alianza que, en las primeras horas de la mañana, hizo presa de su furia al extenso y vasto vecindario que vio sus viviendas tapadas o invadidas compulsándolos a abandonarlas, perdiendo efectos personales o familiares, ropas, muebles, dinero. El volumen de las aguas aumento vertiginosamente a razón de más de 8 cm por hora hasta llegar hasta los 6, 10 m a las 6 de la mañana, superando luego ese límite sin que se pudiera establecer exactamente su altura, porque sobrepaso la regla medidora del puerto (escala hidrométrica), calculándose sin embargo que había alcanzado los 6, 70 metros

A pesar de los esfuerzos que se hicieron tanto desde el punto de vista oficial como privado, las tareas de evacuación se cumplieron lentamente, sensiblemente obstaculizadas por la lluvia, que habían convertido el éxodo en una verdadera odisea. Ancianos y niños sin abrigo, luego de una jornada de penurias, debieron afrontar la situación, así también se veían muebles, utensilios de cocina y objetos varios flotando en las calles y en mayor proyección viviendas habían quedado convertidas en natatorios.

De esta manera las aguas cubrieron la cuarta parte de la ciudad, debiendo destacar para tener una noción exacta de la situación planteada, que el edificio de la Subprefectura que está emplazado, a un metro de altura sobre el nivel de la calle, en el cual se encuentra situado, no escapo a la crecida penetrando en su interior y cubriendo 20 cm de la línea del piso, circunstancia que determino  su desalojamiento y el traslado de sus oficinas a la calle 25 de mayo.

En la ciudad no hubo víctimas, felizmente y a despecho de todas las dificultades, las tareas de salvataje se desarrollaron normalmente y contaron con la amplia colaboración civil prestada a las autoridades militares, de la Subprefectura y policiales

Dos episodios ocurrieron en el río Gualeguaychú, que afortunadamente no tuvieron consecuencias de gravedad. Primero, mientras se desalojaba a un grupo de personas en un bote a motor de la Subprefectura, la embarcación choca con un poste hundido, abriéndose un rumbo en su casco que puso en peligro a los accidentados ocupantes de la misma. Avista do el percance desde el buque “EL PASTOR”, de inmediato se les auxilió sacándolos del aprieto al evitar el gran riesgo.

Por otra parte, una lancha de la Subprefectura fue llevada por el fuerte viento y la corriente a la deriva quedando atracada bajo el puente “Hipólito Irigoyen” (hoy Méndez Casariego), por espacio de 30 minutos de donde fue sacada por personal de repartición, utilizando otra de sus embarcaciones

En la planta del frigorífico, las autoridades habían tomado todas las medidas de precaución que el caso aconsejaba, con la colaboración decidida y amplia del personal del establecimiento. Con el propósito de que las aguas no ocasionaran daños en las instalaciones y departamentos principales destinados a la elaboración de la carne, construyeron tapias, cerraron puertas con obra de material y clausuraron el caño que unía la fábrica con el río, y que se aplicaba a las labores industriales, sin embargo esas precauciones fueran vencidas por la inmensidad del desbordamiento que rayo en el lugar a una altura de 1,10 metros, por ende invadió la planta baja de todo el edificio, penetro en los sótanos de  las cámaras frías y salas de máquinas imponiendo la paralización de los motores.

Continuaba en crecente el río Gualeguaychú, luego de estar estacionario durante varias horas en la tarde del 16 (6, 70 m.), después de las 19 hs empezó a crecer hasta llegar a 6,82 metros a las 2 de la mañana del día 17 de abril, el Río Uruguay descendía en general.

El Club Náutico advertía, mediante un comunicado a los propietarios de embarcaciones menores y mayores, sobre todo las que poseían mástil, del peligro que significaba pasar debajo de la línea eléctrica, que se encontraba a la altura del club Náutico y la Isla de La Libertad.

Hundimiento de la draga 2 C  M.O.P.

Frente al km 2 de acceso a Gualeguaychú, se dio vuelta el jueves a las 2 y 30 de la madrugada la draga número 2 C del MOP, dotada de 12 tripulantes, de los que solo 3  salvaron sus vidas.

Los sobrevivientes individualizados fueron Ángel Benítez de 34 años (cocinero), y Juan Larroble de 31 años (ayudante de cocina), domiciliados en la ciudad de Concepción del Uruguay. Quienes manifestaron que, a la hora expresada, estaban todos los ocupantes de la embarcación levantados, en estado de alerta por la fuerte tormenta que los azotaba y que, en un momento dado, rápidamente la draga se dio vuelta desapareciendo de la superficie. Ellos dos se salvaron agarrados a unas tablas, siendo arrastrados durante 5 horas por la correntada y el fuerte viento hasta que tocaron tierra frente a Ñandubaysal, desde donde fueron rescatados por personal de una estancia cercana y conducidos en tractor hasta la comisaria de el Potrero. Momentos más tarde, fueron trasladados hasta la subprefectura local, repartición que instruyo el sumario correspondiente, a cargo del 2do jefe Juan A. Centurion.

Con posterioridad llegaron noticias de que en el mismo lugar de Ñandubaysal, reapareció el tercer sobreviviente llamado Guillermo Burft o Warst de Concepción del Uruguay.

De sus relatos surge que esa noche en momentos antes de la tragedia, Luciano Santos David Aguirre se saca su chaleco salvavidas y se lo entrega a uno de los 3 tripulantes que pudieron lograr salvar sus vidas.

En la noche del día 17, personal de Destacamento Boca de la subprefectura, traslado a tres cadáveres pertenecientes a la tripulación de la draga y cuyos nombres eran: Agenor  León Rojas (Capitán de la embarcación), Serapio Enrique Brau, los dos de Gualeguaychú y Pedro Chichi de Concepción del Uruguay.

La nómina de los seis restantes era la siguiente: Antonio Gonzales e Irineo Fernández, oriundos de C. del Uruguay, Luciano Santos David Aguirre, Ignacio Manuel Casafuzz, Isidoro Alcaraz o Alcará y Raúl Geloz de Gualeguaychú.

Viernes 17: el cielo amaneció despejado y un brillante sol con una temperatura otoñal. El río Uruguay que en Concordia había alcanzado los 18, 15 metros sobre el nivel cero, y el Río Gualeguaychú los 7 metros sobre el cero, empezaban a bajar su nivel de agua a 10 cm por hora. El río Uruguay se presentaba muy correntoso.

Aunque no había una determinación exacta por haberse superado la marca máxima en el poste medidor de la escala Hidrométrica en el puerto, se estimaba que la altura mayor alcanzada por el río Gualeguaychú fue de 7 metros, es decir un metro más que la de 1914.

La presidencia de la Nación había dado a conocer un panorama de la situación en base a informaciones recogidas en las zonas afectadas. Señalaba que la bajante era general en todos los ríos. El Río de la Plata se presenta en bajante y por debajo de su nivel normal, la zona del Delta sigue afectada a pesar de que baja el Río de la Plata. Con el Río de la Plata había desaparecido el taponamiento que provocaba al río Uruguay.

Sábado 18 y domingo 19: Río Negro, Uruguay, represa Rincón del Bonete, el día 18 ante la incertidumbre de si el dique de la represa soportaría el embate de las aguas, y con la finalidad de no poner en riesgo la vida de 12.000 personas, el comando del Ejército Nacional procedió a la evacuación de la población de la ciudad Paso de los Toros y zonas vecinas, aguas debajo del embalse de Rincón del Bonete. También evacuaron 122 personas; funcionarios, mujeres y niños de la población de Rincón del Bonete.

En las horas de la tarde del 19 de abril, se destruyeron unos 50 metros de terraplén con el uso de maquinaria pesada y explosivos. La explosión no tuvo nada de espectacular ni trascendente. El pie del mismo estaba en la cota +80,00 y la cresta a +85,00 m, de modo que inmediatamente de la voladura, solamente un magro caudal de 1.500 m³/s se escapó por la brecha abierta, en comparación a los 9.000 m3/s que pasaban por el dique y el vertedero. Horas más tarde, se abre otro escape al lago, por las nacientes de un gajo del arroyo Alburquerque, en donde el campo tiene un cuello a +83,30 aproximadamente.

Lunes 20: En la tarde del 20 se encontró el cuerpo de Antonio Gonzales, tripulante de la draga, su cuerpo fue trasladado a Concepción del Uruguay donde residía. La altura del río Gualeguaychú a las 11 y 30 hs era de 5,50 m., Concordia 12.20 m., C. del Uruguay 8,30m.

Jueves 23: En horas de la tarde del día 23 de abril, en inmediaciones donde naufragara la draga, fue encontrado  el cadáver del señor Ignacio Manuel Casafuzz, vecino de nuestra ciudad de 49 años de edad.

Martes 9 de junio: habrían sido visto dos cadáveres, tripulantes de la draga, si bien no habían sido proporcionadas informaciones oficiales, en la mañana gano la calle, la noticia de que el señor José Fernández, empleado del Ministerio de Obras Publicas de la Nación, al regresar del cumplimiento de su misión, sobre una zona determinada del río Uruguay, había visto a través de un ojo de buey, dos cadáveres, suponese  de los tripulantes de la draga 2 C del M.O.P. que como se recordara zozobrara, en la mañana del 16 a la altura del km 2 , al registrarse vientos huracanados.

Las autoridades de la subprefectura habían tomado las providencias necesarias y en la mañana del 10 de junio con el empleo del material adecuado, entre ellos dos bombas succionadoras que fueron solicitadas a C. del Uruguay , se procedería al rescate de los mismos los que al parecer,  se encontrarían , aprisionados por una escalera.

Los cadáveres de los malogrados tripulantes, que faltaban rescatar, pertenecían a los que fueran apreciados convecinos de nuestra ciudad, señores Raúl Geloz, Isidoro Alcaraz o Alcará, y Luciano Santos David Aguirre e Irineo Fernández de C. del Uruguay.

Miércoles 10 de junio: En las primeras horas de la mañana entro a puerto la draga n° 203 0 303, procedente de C. del Uruguay, a cargo del capitán Francisco Igarzabal que con una tripulación integrada por 15 hombres y personal de la subprefectura Gualeguaychú procederá a las tareas de rescate.

Cerca de las 11 de la mañana, apareció el cadáver de uno de los tripulantes de la draga hundida, cuando el capitán de la draga 303 0 203 don Francisco Igarzabal, advirtió la presencia en las aguas de un cadáver, que tenía puesto un salvavidas. Solicitada la presencia de funcionarios dela subprefectura, se pudo comprobar en el acto, que el cadáver pertenecía a unos de los tripulantes de la draga del M.O.P.

Dado su estado de descomposición, y haber sufrido mutilaciones de importancia por causa de su prolongada permanencia en el agua, le falta la cabeza, el brazo izquierdo y había perdido las líneas papilares de los dedos, la identificación, que estuvo a cargo del jefe de identificaciones del departamento Central de la Policía señor Manuel Quinteros, quien contó con la colaboración del oficial Hugo Gonzales, fue absolutamente imposible.

Se presume que el cadáver hallado pertenece  a un tripulante llamado Irineo Fernández, que de los obreros que trabajaban en la draga, era el de más baja estatura, teniendo además un pie defectuoso.

Una señora que ocupando una embarcación se hallaba próxima al lugar donde fue hallado el cadáver, solicito ver el cadáver en el deseo de comprobar si se trataba de su esposo. No habiendo logrado su objetivo al parecer. El cadáver fue trasladado a C. del Uruguay.

Los cuerpos de Raúl Geloz, Luciano Santos David Aguirre e Isidoro Alcaraz o Alcará nunca fueron encontrados, creyéndose que quedaron atrapados dentro de ella.

 

Draga PROGRESO, luego 2 C

Draga PROGRESO, luego 2 C

Draga 2 C, ex PROGRESO

Draga 2 C, ex PROGRESO



DRAGA 2 C M.O.P.

DRAGA 2 C M.O.P.


DRAGA 2 C M.O.P.



















                                                                                             Alberto Zubillaga 1987                                                                                                                           

                                                                                             Arturo Zubillaga 2013-2022 

Colaboradores:

Diario el Argentino, Ángeles Barcia.

Info de Fernanda Pereira por Luciano Santos David Aguirre su bisabuelo.

Info de María Pucheta,  Brian, Martin, Juan Carlos y Graciela Pucheta y Velásquez.  Alicia María  Pucheta nieta de Raúl Geloz.

Museo Panizza, diario La Calle de C. del Uruguay.

Pamela Imas.


 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario